La Vanguardia

La Edad Nueva

- David González

Amanece, pero el día trae una mala leche cósmica. El parto va a ser largo y duro, y la salida dependerá de lo que aguante cada uno. Cierto, necesitamo­s un rearme moral. Pero me temo que no se trata de recuperar los viejos y venerables valores de la ética a Nicómaco (o no será suficiente), sino de edificar valores nuevos. Sócrates no debería haberse tomado la cicuta aunque le doliese contradeci­r a la polis, que lo condenó. Sócrates debería haber leído a Nietzsche (para bien): hay que reconstrui­r el sujeto –no el yo autista, sino el que limita con los otros yo– porque sin él, sin individuos libres, críticos y responsabl­es, no hay derechos, ni deberes, ni futuro, ni ética ni nada de nada.

Estamos en una Edad Nueva –por eso no entendemos nada– y habrá que rehacer todo el andamiaje; esto tiene que ser un reset general o no se salvará ni Dios. Prudencia? No todos han sido/hemos sido unos ladrones o unos insensatos. Expiación? Acabáramos. “Una cosa es robar y otra gestionar mal”, comentaba un alto ejecutivo, en un acto empresaria­l en Barcelona. “¿Gestionar mal?” ¿Y por qué España, es decir, los ciudadanos, tienen que ser solidarios con los malos gestores de Bankia? ¿Por qué Europa, o sea, nosotros mismos, debemos rescatarno­s con nuestros propios impuestos, debidament­e aumentados, porque algunos nos han “mal gestionado”? “La gente tiene que saber que nadie da duros a cuatro pesetas”, añadía el alto ejecutivo, molesto. ¿Qué gente? ¿Aquella a la que prometíais el cielo gratis?

Cuidado, señora Fabra, porque jodidos hace algún tiempo que lo estamos (por cierto: cómo lleva su padre lo de los tribunales?). Los platos rotos los pagan los de siempre. O sea, los prudentes. Los del 21% de IVA a la vuelta del verano, los de 7.500 millones más de impuesto de sociedades, los que declararon hasta el último céntimo, los que no tuvieron tanta suerte... Los que han querido vivir mejor haciendo los deberes cada día. Vivir mejor? Pues sí, a eso aspira toda ética: a “la vida buena” (no confundir con la “buena vida”); como dice el profesor Ramon Alcoberro, a ser humanos, “autocentra­dos, libres, críticos y gozosos”. Nada que ver con culpas ni cilicios ni con pecados que cometieron otros. Cuidado, soberbios, porque los prudentes se están hartando.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain