Quino, 80 años con museo de regalo
Quino, el padre de Mafalda, cumple hoy 80 años y los celebra poco después de que se haya hecho realidad uno de sus deseos más anhelados: la inauguración de un museo dedicado al cómic en Buenos Aires, que abrió sus puertas en junio con una fiesta popular a la que no faltaron la niña que odia la sopa ni su creador.
Una Mafalda en forma de globo gigante sobrevolaba las cabezas del público asistente a la inauguración del nuevo espacio, situado en la Costanera Sur, a orillas del Río de la Plata, y que añade un nuevo atractivo turístico al barrio de Puerto Madero. Dentro del museo, Joaquín Salvador Lavado, Quino, era el centro de atención. Afable y modesto, se dejaba tomar fotos con todo el mundo y charlaba animadamente con los primeros visitantes. “Ya era hora”, exclamaba a La Vanguardia, satisfecho con que Buenos Aires tenga, por fin, una exposición permanente dedicada a la historieta, como se denomina al cómic en Argentina.
Quino llegó de Europa, donde vive la mitad del año, expresamente para la inauguración del museo. El dibujante prefiere el frío al calor, así que pasará su cumpleaños en su país natal como acostumbra a hacer desde hace años, para volver a cruzar el Atlántico coincidiendo con el invierno europeo.
Argentina es la meca del cómic en Latinoamérica y desde principios del siglo XX ha dado al mundo figuras de la especialidad. Quino y su hija Mafalda quizás sean universales, pero hay otros autores de fama internacional. Desde Francisco Solano López –creador de El Eternauta junto al guionista desaparecido durante la dictadura, Héctor Germán Oester- held– hasta Copi, Roberto Fontanarrosa, Carlos Loiseau Caloi, Maitena o el más contemporáneo Liniers.
El espacio se denomina Museo del Humor (MUHU) y está dirigido por el coleccionista Hugo Maradei, cuyo fondo particular ha cedido al centro y constituirá la exposición permanente, que recoge desde caricaturas, ilustraciones, dibujos o historietas, pero hace especial incidencia en las tiras publicadas en la prensa argentina. No en vano, el consejo directivo del museo está formado por cinco grandes del humor gráfico. Además de Quino, la línea del centro también estará definida por Hermenegildo Sábat –histórico ilustrador de referencia del diario Clarín–, Manuel García Ferré, Guillermo Mordillo o Carlos Garaycoechea.
Precisamente, una muestra de cuarenta obras de este último, titulada Carlos Garaycoechea, humor en colores, la mayoría publicadas en la emblemática revista El Gráfico, conforma la primera exposición temporal del museo.
El MUHU tiene un atractivo añadido para los visitantes catalanes, ya que está ubicado en un singular edificio, la antigua cervecería Munich, que fue proyectado en 1927 por el arquitecto húngaro Andrés Kalnay, siguiendo el encargo del inmigrante y empresario gastronómico catalán Ricard Banús. Por las mesas y la terraza de la Munich pasaron desde el príncipe de Gales y Antoine de Saint Exupéry hasta Jorge Luis Borges y Pablo Neruda.