Rúa de Nueva Orleans en el bus turístic
Las calles de Barcelona se llenaron ayer de jazz de la mano de The Soul Rebels, a bordo de un Bus Turístic, con motivo de la previa del 44 Voll-Damm Festival Internacional de Jazz que ese grupo ofrece hoy en Bikini. El insólito evento –que retransmitió en streaming Lavanguardia. com– comenzó en el paseo de Gràcia, donde la banda tocó tres temas, para sorpresa de los tran- seúntes. Un microconcierto que, en pocos minutos, llenó la acera de curiosos. Muchos de ellos turistas, se podían ver algunas bocas abiertas y muchas sonrisas. Dos niños se acercaron a la banda a bailar alocadamente para entusiasmo de músicos y público.
El recital continuó sobre el Bus Turístic que los llevó a tocar a algunos lugares como la plaza de Catalunya, la estatua de Colón o frente a la Pedrera. Todos los que se encontraban el concierto ambulante no dejaban pasar la oportunidad de captar el momen-
to con sus móviles. Otros aplaudían, silbaban o saludaban. Nadie quedaba indiferente. Los artistas, que tuvieron que esquivar más de una vez las ramas de los árboles, parecían divertidos con la experiencia que finalizó en la plaza Francesc Macià. Allí el público cambió: menos turistas y más hombres con traje y maletín. Pero las reacciones eran idénticas: todos siguiendo el ritmo de una u otra manera. Como fin de fiesta, la banda subió a la azotea del edificio de La Vanguardia para hacer una foto con vistas de toda la ciudad. Entre la emoción y el vértigo, no pudieron resistir la tentación de hacer ellos sus propias fotografías. Finalmente, posaron para para la instantánea oficial: “Sólo a un fotógrafo se le podía ocurrir hacernos subir aquí”.