Colonias para toda la familia en el verano más difícil
Instalaciones pensadas para los niños ofrecen con éxito vacaciones baratas en familia
La familia, matrimonio con dos hijos pequeños, solía pasar vacaciones y fines de semana en un camping de Gavà. “Teníamos una plaza fija en el camping, pero en enero se acabó, evidentemen- te por razones económicas”. Lo tiene muy presente Fernando, que con su mujer y sus dos hijos de 7 y 3 años, una familia de Sant Feliu de Llobregat, está a punto de zambullirse en la piscina de la Trauna. Desde la piscina, como desde los prados cercanos, se puede admirar la cercana cima del Matagalls, en el Montseny.
La Trauna es una masía adaptada hace años como casa de colonias. Está gestionada por la Fundació Catalana de l’Esplai, como otros quince equipamientos similares en varias comarcas catalanas. Son vacaciones familiares y económicas en casas de colonias, una novedad provocada por la crisis y que tiene su lado solidario porque parte de lo que se ingresa va a becas para colonias de niños más necesitados.
Estos días, los reyes de la Trauna son una decena de críos de
hasta 7 años (hay además un bebé). Se bañan, escuchan a la monitora cuando explica cosas de pájaros, hacen excursiones, preparan la mesa y recogen los platos. También hacen (o ayudan a hacer) las camas y pueden tocar una garduña disecada en el aula. Pero estas no son unas colonias al uso. Las colonias de siempre fueron en julio. La Trauna solía estar sin uso los meses de agosto. Ahora hay niños, pero acompañados de sus madres y padres. Son unas vacaciones en familia y en habitaciones de colonias. Hay familias de cuatro personas que ocupan habitaciones con doce literas.
“Nos dimos cuenta de que, con la crisis económica, cada vez hay
Parte del precio de las vacaciones se destina a becas para colonias de niños sin recursos
más familias con dificultades para salir de vacaciones después de pagar las colonias de los niños”, explica Josep Maria Valls, responsable de comunicación de la Fundación Catalana de l’Esplai. Así que se les ocurrió hacer una oferta de vacaciones en agosto a precios económicos. En teoría, los niños hasta 12 años no pagan, sólo lo hacen los adultos a razón de 250 euros por persona y semana (seis noches) a pensión completa, con comida casera y menú para celiacos. Así, en el caso de una pareja con dos niños, sale a 125 euros por persona.
La oferta es económica, pero aun así hay muchas familias que no se la pueden permitir. Y van a más. “Somos conscientes de ello”, reconoce Valls. “Por eso –añade–, dedicamos el 5% de lo que pagan las familias a becar actividades de educación en el ocio de niños sin recursos económicos”. Con ese 5%, cuatro familias cubren al completo una semana de casal de verano de un niño sin recursos. “Tuve en cuenta el factor económico porque el precio obviamente está bien”, apunta Anna Maria, una asesora financiera de Esplugues que está en la Trauna con su hijo de 3 años. “Pero ha pesado más –subraya– el poder estar con otras familias
La Fundació Catalana de l’Esplai abre en agosto instalaciones que otros años quedaban sin uso
con niños y el contacto con la naturaleza”.
Naturaleza hay de sobras en pleno parque natural del Montseny, a más de 700 metros de altitud, con bosques de encinas y castaños. Se programan excursiones al nacimiento del Tordera, salidas de noche, búsqueda de animales... “Los niños lo pasan genial –resume la monitora Laia–. El primer día un niño puede aplastar la primera cucaracha que ve en el camino pero al tercer día cualquier niño riñe a otro por pisar unas hormigas”. Esta es una