Naturaleza y y solidaridad
escuela de naturaleza, a la que se llega tras cuatro kilómetros de camino forestal. Los chavales, además de bañarse en la piscina, disfrutan utilizando reclamos de perdices, cucos, petirrojos y búhos. “Y mirando las estrellas de noche, aunque la primera había una luna nueva tan clara que las estrellas apenas se distinguían”, medio se queja Fernando mientras Anna Maria asiente. Ambos dudaron poco cuando conocieron esta fórmula de vacaciones.
“Ha sido un éxito”, asegura satisfecho Valls. Las peticiones llegaron y siguen llegando a través de la página www.esplai.org y del teléfono 902 104 030. “Para agosto se contrataron cerca de 5.000 estancias (una persona/noche), y algunas de nuestras casas se han llenado, pero aún quedan plazas”. La Fundació Catalana de l’Esplai ha otorgado más de 3.000 becas en los últimos tres años para colonias y casals de verano. En lo que llevamos de año ha superado las 1.450 (un 45% más que en el 2011 a estas alturas).
La familia de Fernando se planteó primero ir a Can Mateu, en Vilanova de Sau, porque allí se puede practicar piragüismo. Al final, se decidieron por la Trauna (“porque nos gusta el Montseny”). “Yo quería montaña –apunta Anna Maria– porque la playa la tengo cerca de Esplugues. Su hijo ya estuvo de colonias (con aprendizaje de inglés) en julio. Agosto se presentaba con la perspectiva de ir por las tardes al parque cerca de casa, nada de un apartamento en Calafell como el año pasado. La semana en el Montseny es una buena alternativa. O en las Guilleries, el Alt Urgell, el Berguedà, el Vallès, el Garraf...