“Esto es sólo el principio, no me pongo límites”
Mireia revela que en el tramo final tenía ganas de vomitar
JUAN BAUTISTA MARTÍNEZ Quiere dar una vuelta por Londres. Para disfrutar de la ciudad que la ha encumbrado. Desea hacer turismo antes de volver a Catalunya mañana y antes de ser homenajeada el lunes en Badalona. Se lo tiene bien ganado. Anoche se dejó hasta la última gota de esfuerzo dentro de la piscina. “En los últimos 100 metros me dolían mucho las piernas y tenía ganas de vomitar”. Lo que diferencia a los buenos de los grandes es su capacidad para resistir el dolor, y Mireia aguantó ese umbral que separa a los medallistas de los que se quedan fuera del podio. Lo mejor, según anunció la propia Belmonte, es que esto promete no ser la estación de destino, sino la de salida en su carrera. “Esto es sólo el principio, no me pongo límites. Todavía soy joven”, afirmó sólo salir del agua.
Hubo momentos en que no sabía muy bien cuál era la situación de la final, pero sí era consciente de que estaba regulando su depósito. “Me he encontrado muy bien toda la carrera. Empecé muy cómoda, controlando los esfuerzos. Eran ellas las que me llevaban para delante. No sabía muy bien si era 3.ª o 4.ª en los primeros 400 metros pero tenía fuerzas guardadas. El objetivo principal es que no se me fueran más de medio cuerpo”.
No se le fueron, como le recordó su padre. “Sí que estás serio”, le dijo Belmonte a su progenitor por teléfono. “No, es que he chillado mucho. Has nadado de forma muy inteligente”, le contestó este. Con el Mundial de Barcelona el año próximo, Belmonte espera que su doble éxito sea una catapulta para su deporte. “He sentido mucho el apoyo. He visto banderas españolas en la piscina y eso me ha animado mucho. Ojalá cada vez se interese más gente por la natación”.
Eso no depende de ella sola, aunque sus éxitos seguro que ayudan. Dos medallas en tres días. Como para no creérselo. “No sé ni dónde estoy porque la verdad no estoy acostumbrada a ganar medallas en competiciones tan grandes. Estoy flotando. No soy consciente de lo que he conseguido. Con el tiempo lo asimilaré”, manifestó la catalana, la primera española en lograr dos medallas olímpicas en natación.
El jueves no pudo dormir demasiado, pero ayer llevó su siesta hasta las dos horas. Fue mano de santo. Por fin, tras un año de trabajo extenuante, está de vacaciones. Estos días no había salido de la villa. Se merece disfrutar. Hasta que su técnico diga.