La Vanguardia

Las españolas exhiben su liderazgo

Gran Bretaña, un rival muy inferior para los cuartos de final

- CARLOS MARTÍN

La selección española femenina de waterpolo, que disputa por vez primera unos Juegos Olímpicos, está clasificad­a para los cuartos de final, donde jugará ante Gran Bretaña. Y lo ha conseguido de la forma más brillante, logrando la primera plaza de un grupo en el que estaban nada menos que Estados Unidos, Hungría y China. En el tercer encuentro, y en un ambiente excepciona­l, el equipo que dirige Miki Oca se impuso de forma clara a la selección húngara por 13-11.

En un choque en el que tres jugadoras españolas (Peña, Meseguer y Ortiz) fueron expulsadas, además del selecciona­dor, y en el que a España le pitaron 17 exclusione­s, el hecho de que Hungría sólo consiguier­a anotar 11 goles fue debido, fundamenta­lmente, a la labor de la portera del Sabadell, Laura Espar, una chica de 22 años a la que todos llaman Pajarito y que está llamando la atención por su sobriedad y, asimismo, por sus reflejos y su excelente colocación.

“La parte final del partido ha sido angustiosa”, recordaba después Laura, ya entre sonrisas. “Yo sólo decía: ‘ Por Dios, que marquen algún gol. Ganábamos por tres goles, pero de ahí no pasábamos. Y sabíamos que ellas apretarían al final. Además, el último gol que me han marcado me ha sabido muy mal. Me lo he comido junto al palo, algo muy parecido al de los chicos del otro día

O C A , E X P U L S A D O El selecciona­dor español vio la tarjeta roja por protestar la validez de un tanto de las húngaras

contra Croacia”, aunque aquel no lo concediero­n los colegiados.

En el último cuarto, la selección no ha podido contar con Oca, expulsado por reclamar al árbitro que una jugadora húngara no estaba en la zona permitida para chutar a gol cuando marcó. “Ha sido un partido tremendo y yo he protestado una jugada, pero nunca de un modo intempesti­vo. Lo bueno es que tengo mucha confianza en el equipo y todas las jugadoras saben muy bien lo que tienen que hacer. Espero que no me necesiten, porque me perderé con toda seguridad el partido de cuartos”, relató.

Al final, en un cuarto que ha durado el doble de tiempo por las exclusione­s y los tiempos muertos, España ha podido mantener esa renta de dos goles que le asegura la primera plaza del grupo. “Cuando llegamos –explica la guardameta– empezamos a alucinar con todo esto y nos decíamos que no queríamos irnos de aquí. Esto es una pasada. Y aquí seguimos, con más ganas que nunca de seguir avanzando”.

Espar, que estudia Bioquímica por las tardes en la Universita­t Autònoma de Bellaterra, y sus compañeras volverán a jugar mañana. Será contra Gran Bretaña. Saben que están a 32 minutos de luchar por las medallas. Van paso a paso y han cobrado un plus de motivación que las hace pensar a lo grande, pero no lo confiesan.

Las chicas de Miki Oca son guerreras. Al menos eso se oye cuando cantan su grito de guerra al comenzar los partidos. Maica García pregunta y el resto responde voz en grito: “¿Quién somos? ¡España! ¿Qué somos? ¡Guerreras! ¿Qué queremos? Ganar, ganar y ganar”.

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ALASTAIR GRANT / AP Marta Bach y Andrea Blas celebran uno de los tantos de la selección española

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