Diversión con swing
Ronald Baker Quartet Intérpretes: Ronald Baker, trompeta y ve; Gerard Nieto, piano; Ignasi González, contrabajo; Jean-Pierre Derouard, batería Lugar y fecha: Jamboree (14/IX/2012)
Además de compartir apellido, Ronald Baker tiene en común con el legendario Chet su condición de trompetista y cantante. Eso sí, aunque Ronald le dedicó un tributo a su ya desaparecido y genial homónimo en la suya anterior visita en Barcelona con motivo del Festival Mas y Mas del 2010 –en aquella ocasión en formato de quinteto–, la verdad es que su arte va por otros caminos.
Nacido en Baltimore y establecido en París, Ronald Baker se ha convertido en uno de los grandes animadores de la actual escena ja- zzística europea en su vertiente más divertida y con más swing.
En esta ocasión, Ronald Baker llegó al Jamboree al frente de un cuarteto hispanofrancés, en el seno del cual destaca la presencia del batería francoafroamericano Jean-Pierre Derouard, conocido en este lado del Pirineo por sus destacables trabajos junto al pianista Ignasi Terraza. Ya fuera con las baquetas, los pinceles o a mano pelada, Pierre Derouard ofreció una clase magistral de batería en la cual incluyó algunos malabarismos y piruetas increíbles.
Con su despreocupada actitud escénica y malgastando simpatía por los cuatro lados, Ronald Baker se puso el público del Jamboree en el bolsillo desde el mismo arranque, a caballo entre un palpitante hard bop y mostrando a partes iguales savoir faire y alta intensidad en sus punzantes solos de trompeta.
Menos afortunado estuvo, acto seguido, y ya como vocalista, al abordar One not samba, una famosa bossa nova de Antonio Carlos Jobim, y a la que no supo sacarle ningún partido. Tampoco mejoró la cosa en el apartado baladístico, pecando de afectación y excesivo histrionismo.
Hasta que atacó el repertorio histórico de Duke Ellington, y el concierto pasó a bordear la excelencia. Primeramente a propósito de un Don’t get around much anymore, en el cual combinó maravillosamente bien la interpretación del tema con suculentas improvisaciones vocales cargadas de pólvora. Para embarcarnos a continuación entre oleadas de fresco swing en un desenfrenado Take the A train, incitando al público a simular con sus coros una locomotora, como lanzadera de una serie de fabulosos scats vocales.
En vena, Ronald Baker remató la sesión del viernes con nota al revisitar Charlie Parker. Sin duda, el arte de este extrovertido trompetista y cantante sube como la espuma con autores de una categoría tan grande.