La luz del siglo XX
Una exposición muestra la obra fotográfica de Gyenes
El sintagma siglo XX español remite a violencia y a miseria moral y material, a venganzas, a delaciones, a pecado e inestabilidad política. A caverna y, por tanto, a tinieblas. Sin embargo en un país y cien años caben muchas cosas más, y uno de los notarios de todo lo que no era mísero ni oscuro fue el fotógrafo húngaro Juan Gyenes, llegado a España en 1940 y cuyo estudio fotográfico fue uno de los más prestigiosos de Madrid y de España por su inusual talento para el retrato y la fotografía de estudio. La Biblioteca Nacional de España, ha elegido incorporar a la celebración de su tricentenario la exposición Gyenes.
Maestro fotógrafo, recorrido por la vida y la obra de este reportero y artista, de cuyo nacimiento se cumplen cien años, comisariada por su biógrafo, el periodista Fernando Olmeda, autor de Gyenes, fotógrafo del optimismo (Península).
La exposición pivota en torno a dos fotografías que marcarían su trayectoria: un retrato de Franco (a pesar de no ser su fotógrafo oficial) que fue enviado a todos los hogares del país docenas de veces –aparecía en los sellos–, y la que hasta 2007 fue la foto oficial de los Reyes de España, un retrato de ambos de 1976. Precisamente, la reina Sofía acompañó a la hija del retratista, Irenka Gyenes, en la inauguración de la exposición, que estará abierta hasta el 18 de noviembre.
Pero Gyenes, cuyo archivo personal íntegro está custodiado en la BNE, es mucho más y en la abigarrada muestra de la sala Hipóstila de la Biblioteca (un abigarramiento inspirado en el del propio estudio del fotógrafo, del que incluso se reproduce el empapelado de la pared) se da cuenta de sus inicios amateurs, y de sus primeros pasos como reportero para varias revistas, de sus crónicas visuales de los Juegos Olímpicos de 1936 (Garmisch-Partenkirchen y Berlín), y de sus trabajos para importantes publicaciones de todo el mundo, hasta 1940, cuando recala en España.
Desde entonces, maravillado por Velázquez y Rembrandt, e influido por Edgard Steichen y quizá aún más por Yousuf Karsh, se convierte en retratista de todo lo importante que ocurre en aquella España, con especial atención a las manifestaciones culturales. Convirtió en iconos los rostros de Picasso, Dalí, Lola Flores, Montserrat Caballé, Carmen Sevilla, Ingrid Bergman, Julio Iglesias, Antonio el bailarín (del que fue gran amigo)… y su nómina de retratados fue ampliándose al convertirse en el retratista de la aristocracia española. Portadista de Semana, fotógrafo del Real y colaborador de La Vanguardia, recibió su incorporación a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando como un éxito, pues significaba reconocer en la fotografía una actividad plenamente artística.