Debate importante
José Antich
LO primero que toca es agradecer a los candidatos de los tres principales partidos que concurren a las urnas el próximo domingo haber aceptado algo inédito en Catalunya: un debate televisado a muy pocos días de la campaña electoral. Artur Mas, Pere Navarro y Alicia Sánchez-Camacho, moderados por Josep Cuní, ofrecieron un debate televisivo con momentos importantes y que a buen seguro contribuyó a ayudar a los espectadores a definir su voto de cara al trascendental 25-N. La agilidad del debate, las interrupciones, las réplicas, el tono, lo que se dijo y también lo que se calló durante una hora y media han servido para romper tabúes demasiado instalados. El programa fue así una contribución a la democracia y a la libertad de información. Con dos bloques bien definidos por Cuní como son el derecho a decidir y el Estado propio que defiende Mas, el federalismo de Navarro y el modelo autonómico de Sánchez-Camacho y, por otro lado, las recetas para salir de la crisis económica, la primera impresión es que el primer tramo fue más clarificador y el segundo más interesante desde el punto televisivo. Mas, que insistió en que se ha acabado una larga etapa de las relaciones Catalunya-España, asumió públicamente y sin circunloquios su compromiso de realizar una consulta sobre el Estado propio en la próxima legislatura y no consiguió que ni el PP ni el PSC se comprometieran a apoyarle si el Gobierno de Rajoy se pone en contra. Navarro y Sánchez-Camacho insistieron mucho más en los eventuales problemas jurídicos por parte de la UE. Respecto a la crisis económica, el hecho de que en los últimos tiempos todos hayan sido partidos de gobierno aquí o en Madrid con recortes a sus espaldas motivó que sus compromisos tuvieran menos fuerza. Ganó Mas, Sánchez-Camacho fue efectiva para su electorado y Navarro mejoró el debate del domingo.