Amantes del círculo polar
A 18,4 grados. Ni los ruegos de Alicia Sánchez-Camacho, que, con la garganta haciendo puenting, ni el resfriado de Artur Mas, pillado el martes en Lleida, suavizan el círculo polar Ártico que convierte cada tarde el plató de 8tv en una pasarela de chaquetas, bufandas y gorros mostradas por los cámaras, técnicos y regidores del programa de Cuní. Alicia va de blanco Cristiano (Ronaldo) aunque debajo de la chaqueta lleva la segunda equipación diseñada por la redactora de 8 al dia Núria Casanova, que le ha prestado a la candidata del PP una rebeca negra de Benetton para evitar que su sonrisa habitual la patrocinen los congelados de La Sirena.
Eulàlia Carbonell, directora de producción de 8tv, y el productor Josep Maria Pinós cambian la corbata de Cuní para que no coincida con la del candidato del PSC, Pere Navarro, mientras la directora adjunta de 8 al dia, Marta Puja- das, le presta su reloj a Camacho porque no lleva y lo necesita para no pasarse del tiempo pautado.
El frío no congela el ambiente del debate. A falta de Junqueras, Herrera, Rivera y López Tena, buenas son tortas. Exceso de crispación entre Navarro y Sánchez-Camacho y Mas escondido tras las cañas. Van a degüello. Short cuts, de Robert Altman. Historias cruzadas: todos contra todos. Es la gran final. Josep Cuní, como árbitro ahora en empresa privada, lleva el reloj de madera y dirige el cotarro dejando jugar: “Siga, siga”. Patadas, golpes, tonos elevados y mala memoria. Espectáculo. Ni rastro de corrupción, ni rastro de El Mundo, ni rastro de las injustificables declaraciones de Cristóbal Montoro, ni de cuentas en Suiza... Nada de nada. Están los mítines, las entrevistas individuales, pero en los cara a cara se dan la espalda. Feo. Eso es hipocresía política. Los candidatos se interpelan: autonomismo, federalismo, soberanismo en la primera parte y pocas respuestas nuevas. Artur Mas se apropia de la ilusión de la Diada mientras Camacho y Navarro bailan con la negación: no al dret a decidir, no a la independencia. Ninguno de los tres estuvo en la manifestación, por cierto. Navarro se siente más cómodo que Camacho en este apartado, pero no en la segunda parte, donde el nuevo sistema de financiación, que debería haber brillado, queda apartado. Hace frío en el plató, pero, en la segunda mitad del debate, Mas y Camacho se pican por la derecha. La izquierda, inexistente. ¿Dónde estaba Navarro? Incomparecencia del contrario cuando más se le esperaba. Eso sí, el líder socialista mejora claramente las invisibles prestaciones del debate en TV3. Resumiendo: Artur Mas mantiene claramente el liderato mientras Navarro y Camacho se pelean por el segundo, tercer y vete a saber si el cuarto lugar de la clasificación. Ayer escuchamos más pero aclaramos menos. La sensación de que a Mas le faltaban los rivales de verdad después del nudo de El Mundo. Y ganó Cuní porque metió un espectáculo político, inició un formato inédito y siguió mostrando a 8tv en el mapa televisivo. Y porque con 18 grados, logró que ya nadie se queje de ese glaciar ártico en que ha convertido cualquier plató.