El cambio climático abruma
Nuevos informes documentan la magnitud y velocidad del calentamiento
El cambio climático es una realidad palpable en todo el mundo, y su magnitud y su velocidad son cada vez más evidentes. Es la consecuencia del incremento de las emisiones de los gases de efecto invernadero generados en la quema de combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas) para producir electricidad, en la industria o el transporte, o a causa de la liberación de grandes cantidades de metano en sectores como la agricultura o los residuos. A este paso, la humanidad será incapaz de evitar un incremento de temperaturas de dos grados por encima de la era preindustrial, el umbral a partir del cual los daños por el calentamiento serán más catastróficos. Varios informes coinciden esta semana en dar esta alerta y apuntan la necesidad de acelerar el cambio de modelo energético para mitigar el calentamiento y garantizar un clima verdaderamente seguro.
Todos estos informes se presentan como nuevas alarmas antes de la celebración a partir de lunes, en Doha (Qatar), de la nueva conferencia sobre cambio climático organizada por la ONU. CO : un aumento del 40%. La atmósfera tiene ya 390 partes por millón de CO2 , el principal gas invernadero. Es un 40% más del que había antes de la era preindustrial (hace 260 años). Son los datos de la Organización Meteorológica Mundial, que registró un nuevo récord mundial en el año 2011 en la emisión de los gases que calientan la Tierra. Alerta del Banco Mundial. El Banco Mundial advirtió el lunes de que, si nadie lo impide, el planeta va camino de aumentar su temperatura cuatro grados (siempre respecto a la época preindustrial) para finales de siglo. Este es el escenario que se considera probable si los gobiernos no cumplen con las promesas que han hecho para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Incluso suponiendo un cumpli- miento total, el mundo aumentaría su temperatura en más de tres grados para el 2100, añade. De 2,5 a 4 grados más en Europa. La Agencia Europea de Medio Ambiente difundió ayer el informe Cambio climático, impactos y vulnerabilidad en Europa, en el que concluye que la última década (2002-2011) fue la más calurosa jamás registrada en Europa. La temperatura terrestre europea ha sido en este periodo 1,3 grados más cálida que la media en la época preindustrial. La temperatura terrestre se incrementará entre 2,5 y 4 grados en el periodo 2071-2100 (siempre respecto a la época preindustrial). El informe añade que las olas de calor han aumentado en cuanto a frecuencia y duración; y en las próximas décadas se podría incrementar el número de muertes relacionadas con el calor si las sociedades no se adaptan al cambio climático. Se señala asimismo que la precipitación disminuye en las regiones meridionales. “Ante los impactos del cambio climático, cada sector de la economía, in- cluidos los hogares, han de adaptarse y han de reducir las emisiones”, declaró Jacqueline McGlade, directora ejecutiva de la Agencia de Medio Ambiente. El Ártico helado ocupa la mitad. El círculo polar Ártico (el océano helado y sus seis países ribereños) se está calentando más rápidamente que otras regiones. En los años 2007, 2011 y 2012 se observaron los niveles más bajos de hielo marino en el océano Ártico, hasta el punto de que su extensión mínima (en septiembre) ya se situaba en la mitad de la superficie registrada en la década de los años ochenta. El declive se ha acelerado desde 1999. La agencia señala que la masa de hielo en Europa se ha reducido un 7% en marzo entre 1982 y el 2009; los glaciares de los Alpes han perdido unos dos tercios de su volumen desde 1850; los deshielos en Groenlandia se ha duplicado respecto a la media de los años noventa, por lo que están contribuyendo ahora a una subida del nivel del mar de más de 0,7 mm por año. La temida subida del mar: 1 m. Los deshielos de los glaciares terrestres y la expansión térmica de los mares han hecho subir el nivel medio del mar (en Europa y en todo el mundo) 1,7 milímetros por año durante el siglo XX. Las medidas de los satélites muestran además una subida de tres milímetros al año en las últimas dos décadas. Mientras tanto, las proyecciones para fin de siglo oscilan entre los 20 centímetros y los dos metros (según los escenarios de emisión de CO que se
2 manejen). Las proyecciones actuales apuntan a que es más probable que las subidas del mar sean de menos de un metro que de más de un metro. La elevada concentración de CO en los ma
2 res los hace más ácidos, lo que unido a las altas temperatura causa la destrucción de los corales y daña las especies con esqueletos calcáreos. La primavera se adelanta. Diversos estudios han registrado grandes impactos ecológicos por el calentamiento. Por ejemplo, las proliferaciones de fitoplancton y zoo-
plancton de agua dulce se dan un mes antes que hace 30 o 40 años. Las especies marinas de aguas frías emigran hacia latitudes situadas más al norte, mientras que los ciclos estacionales de las plantas cambian. Así, el 78% de los registros de los brotes de hojas y flores tienden a adelantarse en las décadas recientes, en tanto que entre el año 1971 y el año 2000 la primavera y el verano se adelantaban entre 2,5 y 4 días por década. Los animales adelantan su ciclo de vida, lo que afecta al desove de ranas, la nidificación de los pájaros y la llegada de aves migratorias y de mariposas. Los árboles y su sistema vascular. Un estudio publicado ayer en Nature, en el que han participado también investigadores del Centre de Recerca Ecològica i Aplicacions Forestals (Creaf), concluye que el cambio climático provoca que la mayoría de los árboles de la Tierra estén utilizando su sistema vascular (por el que transportan el agua) en unos niveles cercanos a su umbral de seguridad, lo que los hace más vulnerables a la sequía, y podría provocar embolias en su sistema circulatorio. “Los resultados permiten entender por qué el deterioro de los bosques inducido por la sequía está pasando no sólo en las regiones áridas, sino también en los bosques húmedos”, cuenta Jordi Martínez-Vilalta, investigador del Creaf y profesor de la Universitat Autònoma de Barcelona.