La Vanguardia

Rebelión horaria de bares en Tarragona

Los locales están en contra de la normativa que obliga a cerrar las terrazas a las once entre semana y a las doce viernes y sábados

- SARA SANS Tarragona

Los bares de Tarragona están en pie de guerra. La entrada en vigor de los horarios de invierno les obliga a desmontar las terrazas a las once de la noche todos los días salvo los viernes, sábado y vigilias de festivos, cuando el Ayuntamien­to les obliga a cerrar a las doce de la noche. Aunque la ordenanza se aprobó en mayo tras meses de negociacio­nes con el propio sector y también con asociacion­es de vecinos, ahora los bares consideran que este horario, que les obliga a cerrar dos horas antes que durante el verano, es demasiado restrictiv­o. En total, 120 locales de la ciudad han firmado un documento para pedir que el Ayuntamien­to les deje trabajar una hora más.

“Esta normativa no es un decretazo –mantiene Begoña Floria, la concejal responsabl­e de Licencias– estuvimos cuatro meses negociando y hablando con el sector de la hostelería, con asociacion­es de vecinos y también con la Guardia Urbana, que es quien recibe las quejas por los ruidos y molestias que generan los bares y fijamos los horarios que más se ajustaban al interés general”. Sin embargo, los establecim­ientos con terraza reclaman poder trabajar una hora más cada día para evitar pérdidas en los negocios.

Floria se reunirá la próxima semana con los representa­ntes de la Asociación de Empresario­s de Hostelería de la provincia de Tarragona (AEHT) que ha vehiculado las quejas de los bares. El gerente de la AEHT, Francesc Vives, explica que “tenemos las firmas de 120 establecim­ientos de

El sector pide una hora más y, según la concejal, la ordenanza se negoció con vecinos y establecim­ientos

toda la ciudad, todos están de acuerdo en que cerrar a las once entre semana y a las doce los viernes y los sábados es demasiado pronto”.

El conflicto de intereses está servido. Desde el Ayuntamien­to esgrimen que este verano han recibido las quejas de muchos vecinos de la Part Alta (el casco antiguo), donde se concentra buena parte de las terrazas del centro de la ciudad. “Ellos también tienen derecho a descansar, al menos en invierno”, dice Floria. Pero los propietari­os de los bares afirman que en invierno, cuando las casas tienen las ventanas cerradas las molestias disminuyen. Y entre las 120 firmas figuran propietari­os no sólo del casco antiguo, también de barrios como el Serrallo, Bonavista y otras zonas de Tarragona.

“Todo es negociable si evaluamos la situación desde todos los puntos de vista y si todos los sectores implicados están de acuerdo, lo que no haremos es una excepción para una zona en particular”, asegura Floria, quien explica que el Ayuntamien­to trabajó para alcanzar “un gran pacto” lo que se tradujo en más aperturas de terrazas durante el pasado verano o la prolongaci­ón del horario estival hasta el pasado 4 de noviembre. Otra opción que se sopesa desde el Ayuntamien­to es permitir la ampliación de una hora del horario de invierno si los bares cubren sus terrazas con lonas, algo que según el sector ya se está haciendo: “Desde que entró en vigor la ley antitabaco se está invirtiend­o en la climatizac­ión y el cierre de las terrazas”, dice Vives, quien recuerda que ampliando una hora el permiso de las terrazas se generarán 130 horas de actividad más, “lo que tiene una traducción clara en los puestos de trabajo”, insiste.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain