Billete de segunda clase
El Madrid empata tras desperdiciar muchas ocasiones y acaba sufriendo
El Real Madrid empató en el Etihad Stadium de Manchester y se aseguró la clasificación para los octavos de final de la Liga de Campeones, su primer objetivo, pero la victoria del Borussia Dortmund en el Amsterdam Arena le deja ya como segundo de grupo.
Disputó un partido serio el Madrid, penado con un penalti con expulsión de Arbeloa que el árbitro italiano se sacó de la manga. Sin embargo, la jugada no habría sido definitiva si el Madrid no hubiera desperdiciado antes un carrusel de ocasiones para matar el partido. Esa falta de pegada, por lo general la mejor arma de los blancos, suele ser un pecado mortal en la Champions.
Poco atento a la posesión del balón, el Madrid jugó muy en la línea de lo que quiere Mourinho ante un rival que por segundo año consecutivo se queda fuera de la Champions a las primeras de cambio. Malos tiempos para el fútbol inglés, que está también muy cerca de perder al Chelsea.
Jugó Mancini con tres centrales y dos laterales muy abiertos para frenar las contras de los blancos y todo el dispositivo fue un desastre. El Madrid encadenó un puñado de ocasiones en el primer cuarto de hora. Pudo senten- ciar entonces el partido. No lo hizo, pero por lo menos aprovechó una a los 10 minutos, en un centro desde la banda de Di María rematado por Benzema, que entró en el área poblada de centrales sin que ninguno le incomodara. El francés vive un idilio con el gol en esta Champions.
Sorprendió Mourinho con la alineación de Modric en lugar de Özil, quizá por aquello de estar el croata muy acostumbrado a cómo las gastan en la Premier por su paso por el Tottenham. No estuvo muy fino Modric, superado por el despliegue de los centrocampistas del City. Por suerte para el Madrid, los de Mourinho no necesitaron enhebrar muchos pases en la zona de medios. Una vez más la apuesta blanca fueron las contras eléctricas.
Pudo dormir el partido el Madrid en ese cuarto de hora inicial si Khedira hubiera estado más vivo a la hora del remate. El alemán desperdició tres llegadas claras y hasta a Cristiano le negó el gol un despeje de un defensa sobre la raya. Tardó casi media hora el City en encontrar el hilo al partido. Cuando lo hizo, el Madrid resistió hasta el descanso bien plantado atrás, sin concesiones. Sólo en una jugada de Silva culminada con un gran pase y en un disparo del Kun Agüero el cuadro de Mancini dio señales de peligro. Muy poco para una primera parte que se le escurrió con más posesión, pero con una sensación de inferioridad evidente.
La segunda mitad empezó con cambios tácticos en los locales. Roberto Mancini buscaba más fuerza en el medio campo y quitó
EL GOLEADOR Karim Benzema fue el mejor jugador del Madrid y de nuevo su hombre gol en la Champions
EL ÁRBITRO El colegiado italiano Gianluca Rocchi erró en el penalti con el que empató Agüero
a Kolarov por el ex canterano de los blancos Javi García, sin duda un futbolista que tenía el puesto más por la mano.
Mucho mejor situado, el City achuchó al Madrid desde el inicio gracias a su dominio ahora del centro del campo. Por primera vez Casillas comenzó a ver de cerca a Agüero y Silva, que empezaron a hacer daño entre líneas. Para conseguir más pólvora al cuarto de hora Mancini dio otra vuelta de tuerca a los suyos al cambiar a Nasri por Tévez.
En pleno acoso, la ocasión más clara para el City la tuvo Agüero, que remató sobre la línea y Casillas le sacó el balón con el cuerpo en una parada increíble cuando todo el estadio cantaba ya el empate. El 1-1 llegó por fin (73) gracias a un penalti inventado por el árbitro italiano, Rocchi, al entender que Arbeloa empujaba a Tévez cuando no había más que un forcejeo entre los dos. Lo tiró Agüero, que marcó su primer golito al Madrid tras doce enfrentamientos, y la jugada tuvo aún peores consecuencias para los blancos. Arebeloa vio la amarilla y como era la segunda dejó a su equipo con diez. Plegó velas Mou, que vio la segunda plaza como un tesoro. Entró primero Varane y luego Albiol. El City vio la ocasión de devolver al Madrid la victoria in extremis del Bernabeu. Casi lo consigue Tévez. La última jornada sobra. Pasa el Madrid en el grupo de la muerte.