NIEVE A LO GRANDE
El Pirineo aragonés cuenta con algunas estaciones mastodónticas de aquellas que difícilmente el aficionado medio se acaba en un día, como Formigal, principalmente, o Cerler. Panticosa, de ambiente relajado y familiar, o Astún y Candanchú son el contrapunt
Hablar del Pirineo aragonés es hablar, sobre t o do, de Aramón y , en este caso, de sus dos buques insignia: Formigaly Cerl er. Las dos enormes estaciones aragonesas cuentan con una amplísima oferta de pistas y de zonas para todos los públicos y niveles, pero también de multitud de actividades complementarias para disfrutar de la nieve de forma alternativa, además de un animado après- ski. No obstante, Formigal es el mayor dominio esquiable del país, con 137 kilómetros acondicionados, en sus más de un centenar de pistas. Ubicada en el valle de Tena, Formigal disfruta de un entorno único, que regala unas panorámicas extraordinarias en las cuatro áreas distintas en las que se divide la estación. Pero, a pesar de su envergadura, la apuesta por enriquecer su oferta con actividades como el
snowbike, excursiones en raquetas de nieve y salidas en motos de nieve, rutas en trineos tirados por perros, s kiratracko tobogganing, convierten a Formigal en una estación donde es imposible aburrirse.
CERLER
Sin embargo, el privilegio de ser una estación que no descansa no es único de Formi- gal, y a que la vecina Cerler, not an grande, encuanto a tamaño, pero sí por lo que respecta a animación, se ha ganado por méritos propios el calificativo de lugar para todo. Y es que la oferta de la estación ubicada en el valle de Benasque, con una cota máxima de 2.650 metros de altitud, no se limita a los 79 kilómetros esquiables de s us 67 pistas, ya que su animado après-ski se ha convertido en un factor determinante. Así , en la cafetería Remáscaro, cada fin de semana, a partir de las 15.30 h, la actuació n de dj y de música en directo animan el cierre de las pistas, lo grando un am- biente espectacular. Aunque, si lo que se busca es algo muc ho más calmado, Pantico sa es la estación más tranquila y familiar del Pirineo aragonés. Especialmente pe ns a da pa r a disfrutar de la nieve en familia y con los más pequeños, el espectacular balneario junto a las pistas y su ubicación, en un paraje lleno de magia y calma, convierten este pequeño dominio e n un e s pacioi de al para disfrutar de unos descensos reposados en un entorno encantador.
ASTÚN Y CANDANCHÚ
Por su parte, las estaciones de Astún y Candanchú suman, entre las dos, 80 kilómetros de pistas y una forma algo distinta de entender la nieve, respecto a las estaciones del Grupo Aramón. Candanchú, por ejemplo, dispone de un buen snowpark, adecuado a los distintos niveles y donde los módulos, las barandillas y los saltos están bien acondicionados para hacer las delicias de los riders, pero, además, cuenta con tres itinerarios de esquí de fondo y un estadio de biathlón, el único de España, con 29 calles de tiro y una gran explanada de salida, haciendo de este dominio un lugar diferente para vivir los deportes blancos.