Psicofonías en el plató de Cuní
Los discípulos de Jiménez del Oso y seguidores de Iker Jiménez sabemos qué es una psicofonía. Tuvimos gozosa ocasión anoche de ser testigos de una notable psicofonía que irrumpía en el debate de 8tv mientras Artur Mas y Alicia Sánchez-Camacho discutían acaloradamante sobre alguna cuestión: se trataba de una voz llegada de algún rincón del plató, que pugnaba por interferir y corporeizarse. Ante la pertinacia de esa vocecilla leja- na, Alicia Sánchez-Camacho la trató con el desdén y displicencia que emplean las espiritistas curtidas con las presencias y ectoplasmas de mesa camilla: “No se ponga nervioso, señor Navarro, no se ponga nervioso...”. Un mantra para pacificar espectros que conseguía poner nervioso de verdad al ente interpelado, que formulaba algunas frases como estas: “¡Sea un poco educada, señora Sánchez-Camacho! ¡No sea tan frívola, sea más seria! ¡Deje de emplear manuales de baratillo para debates! ¡Algunos deberían ser más educados!”...
A la voz de Pere Navarro le costó ser tomada en consideración como participante del debate de 8tv: “¡Es- toy hablando con el señor Mas, oiga!”, le soltaba Alicia Sánchez-Camacho, despectiva, cada vez que el líder del PSC quería meter baza en el diálogo entre el candidato de CiU y ella.
Josep Cuní, atento, equilibraba estos desencuentros, para evitar injusticias cronométricas, pero sin que se notasen tajos bruscos ni interrupciones, que esa es su gracia de buen moderador. Y cuando discutían Mas y Navarro, la psicofonía la proyectaba Alicia Sánchez-Camacho... El único debatiente que no practicó el extraño arte de la psicofonía fue Artur Mas: le bastó girarse a izquierda y derecha para establecer contacto con los mensajes de uno y otro espíritu revoltoso.