¿Quién tiene las tijeras más grandes?
En la segunda mitad del debate, los tres candidatos se enzarzaron en una discusión sobre las responsabilidades de la crisis. Pere Navarro tuvo serias dificultades para entrar en el juego que propusieron Artur Mas y Alicia Sánchez-Camacho, que en algún momento llegó a tratar con un tono entre condescendiente y despectivo al candidato socialista, quien intentó colar su mensaje electoral: “Ustedes que se pelean por las banderas llegan siempre a acuerdos”.
RECORTES. El socialista Pere Navarro quiso diferenciar dos propuestas en política económica y social: “la de la derecha catalana y española”, es decir, CiU y PP, a los que acusó de recortar servicios básicos y derechos sociales, y la de la “justicia social”, cuya defensa atribuyó al PSC. A Artur Mas le recriminó que lidere el único gobierno que, “al mismo tiempo que recorta, baja los impuestos a los ricos”.
Lejos de asumir la responsabilidad del PP en la política de recortes, Sánchez-Camacho censuró las “lecciones” del candidato socialista, al que identificó como el representante de un gobierno (el de Rodríguez Zapatero) que “dejó arruinado el país”. “Quienes hablan de recortes dejaron al país arruinado”, dijo la candidata del Partido Popular.
Por su parte, Artur Mas defendió las rebajas presupuestarias argumentando que no hay gobierno que, en la actual situación de crisis, no se vea obligado a practicar este tipo de políticas.
“Sea un poco honesto”, le instó.
CUMBRE. Artur Mas no tuvo inconveniente alguno en aceptar la propuesta de Pere Navarro de convocar una cumbre con los agentes sociales para buscar un pacto de reactivación de la economía. “Si el señor Navarro quiere hacer una cosa, no cuesta nada hacerla”, dijo respondiendo a Camacho, que puso en duda la eficacia de este tipo de encuentros. CRISIS Y ESTADO PROPIO. El presidente de la Generalitat vinculó el derecho a decidir –para poder disponer de instrumentos de Estado si los catalanes así lo quieren– con el combate contra la crisis. “Son las dos caras de la misma moneda. Negar los instrumentos –dijo– es negar la solución del problema”. Sánchez-Camacho rebatió esta argumentación señalando que la Generalitat ya dispone de herramientas. “El problema –señaló– es que no gestionan bien los recursos”.
APOYOS PRESUPUESTARIOS. Mas recordó los dos presupuestos de la Generalitat (2011 y 2012) aprobados gracias a la abstención del PP. “¿No es corresponsable de sus actos? Ahora mira hacia otro lado”, se lamentó antes de señalar que, durante los seis primeros meses de mandato de Rajoy, CiU apoyó sus medidas económicas. “Y yo no me escondo”, sentenció. Y añadió, dirigiéndose casi siempre a Sánchez-Camacho, y con Navarro de espectador: “Ustedes se presentaron a las elecciones (las generales del 2011) diciendo que pagarían las deudas en infraestructuras con Catalunya y que bajarían los impuestos. No han pagado las deudas y han subido todos los impuestos”.
FINANCIACIÓN. Sánchez-Camacho y Mas coincidieron en acusar al PSC (y por extensión al tripartito) de la situación financiera de la Generalitat. “Se endeudaron hasta las cejas y lo dejaron todo por pagar”, dijo Mas, al que la candidata del PP le echó en cara los 10.000 millones más de deuda acumulada a la herencia del tripartito. Cuando no coincidieron Mas y Sánchez-Camacho fue al versionar la entrevista entre el presidente catalán y Rajoy. Lo que para uno fue un portazo al pacto fiscal, para la otra fue una negativa de Mas a entrar en la onda de un Rajoy dispuesto a “revisar” el modelo de financiación autonómica y a aceptar, entre otras cosas, que “hay que poner límites a la solidaridad de Catalunya”. “El discurso lo entendemos, pero desconocemos la propuesta”, le respondió Mas.