Que se preocupe él
Alonso traspasa la presión a Vettel a dos días de jugarse el título en la última carrera
Alonso no parece muy presionado ante la última carrera, en Brasil, del Mundial 2012 de fórmula 1 y pasa la presión a Vettel: “Siempre la hay, pero yo tengo menos que otras veces y menos que cuando lideraba el campeonato. No tengo nada que perder”, declara.
INVOCAR A LOS ESPÍRITUS “Si ocurre algo normal, acabaré segundo; si pasa algo especial, entonces ganaré”, vaticina Alonso
La sala de prensa de Interlagos, por la humanidad concentrada y las caras circunspectas de los tahúres allí reunidos, más parecía una partida de póquer a timba abierta que el prólogo de un espectáculo deportivo. Sólo faltaba una nube de humo nicotínica para dibujar un ambiente de tensión mal disimulada en esta finalísima del Mundial 2012. Cuando las cartas están repartidas, sólo queda apelar al instinto animal para intimidar al rival. A Fernando Alonso ayer nadie osaría pedirle un euro. Rostro concentrado, ceño fruncido, ni una concesión a la sonrisa, el asturiano jugó una de sus últimas cartas: traspasar la presión al rival. “Siempre la hay, pero yo tengo menos que otras veces y menos que cuando lideraba el campeonato. No tengo nada que perder”.
En ese momento, todas las miradas, cámaras y flashes se posa- ron sobre Sebastian Vettel, dos metros a la derecha del asturiano. La cara del alemán, habitualmente risueña, tampoco estaba para fiestas. Rigidez imperante. Se le escapó una broma sobre Bernie Ecclestone que causó risas y carcajadas en la sala, menos en el semblante pantocrático de Alonso. La reacción del alemán fue de aparente dureza. “No tengo preocupación alguna. Tengo la oportunidad de ganar el campeonato. Llegamos en una posición fuerte, por lo que puedo estar feliz por ello. No tengo motivos para quejarme o para no estar contento”, despejaba Vettel cuando le preguntaban cómo lleva la presión.
Una carga que le traspasa Alonso a sabiendas de que sus naipes valen menos. Pero a pesar de que Vettel es el favorito, por los 13 puntos de ventaja que le lleva, por el cálculo de probabilidades favorable para ser campeón y porque el Red Bull es muy superior –recordemos que sacó casi 40 segundos al Ferrari en Austin–, a pesar de todo eso, Alonso lanza sus dados esperando el milagro definitivo. “Llegamos en segunda posición y hemos estado calificando 7.º en los últimos grandes premios, por lo que recuperar 13 puntos es bastante difícil. Si ocurre algo normal, acabaré segundo. Si ocurre algo especial, entonces ganaré. No está en mi mano que suceda, por lo que la presión es mucho menor”, repetía como un mantra el asturiano, insistiendo en sus juegos mentales, convo- cando a los espíritus para que no suceda lo que la lógica dictaría.
El asturiano considera que, con los mimbres que maneja, su “primera prioridad es estar en el podio”, posición indispensable para poder aspirar al título. Quedar fuera del cajón no le sirve para nada. “Por eso sería bueno estar en el podio y sumar un mínimo de 15 puntos y cuando cruce la línea de meta veremos dónde está Sebastian y entonces haremos cuentas”.
Los números milagrosos pasarían porque Vettel acabe 5.º o peor, en el caso de que Alonso gane; u 8.º o peor, si el asturiano fuese segundo; o un casi irreal 10.º o peor del alemán, si Fernando acaba cerrando el podio.
Para lograr esa combinatoria, francamente complicada, Alonso podría contar con la ayuda de la lluvia, si el agua vuelve caótica la carrera. O con la supuesta colaboración de un Felipe Massa que ayer prácticamente se borraba de sus obligaciones conyugales. Cuando le preguntaban qué podía hacer para ayudar a Fernando, el brasileño no titubeó: “Bueno, primero de todo intentaré ganar por tercera vez”. Y luego, de propina, se acordó de su compañero. “Voy a intentar ganar y espero que Fernando pueda acabar segundo para ser campeón”.
Volvió a aparecer la polémica por la maniobra estratégica de Ferrari en Austin, en la que sacrificó cinco puestos a Massa para favorecer al asturiano. A Alonso no le hizo gracia la sorna de la prensa inglesa. “Estoy orgulloso de mi equipo por la decisión. Funcionó bastante bien y quizás por eso la gente no está contenta”, replicó. Vettel, evitando el conflicto, pasó de puntillas. “No estaba en nuestras manos. Es una forma diferente de hacer a la de nuestro equipo. Así es la vida”. Hoy, primer asalto en los entrenos libres.