Rivera presenta a C’s como resorte de autodefensa de los no independentistas
El candidato de Ciutadans traza una tercera vía regeneracionista entre socialistas y PP
Para los catalanes que no se sienten independentistas, que desconfían del PSC y del PP y que no quieren ser “moneda de cambio” entre socialistas, populares y convergentes, votar Ciutadans (C´s) supone utilizar un mecanismo de “autodefensa”. En su intervención en el foro Barcelona Tribuna, Albert Rivera, el candidato de la que, según apuntan todas las encuestas, va camino de convertirse en una de las fuerzas emergentes de la política catalana, utilizó ayer este argumento para reforzar el discurso regeneracionista –y en cierto modo antisistema– con el que trata de arañar votos a PSC y PP y trazar una “tercera vía” entre “los que proponen romper España y los inmovilistas que quieren dejarla como está”.
“España no funciona y lo que nosotros proponemos es arreglarla, liderándola desde Catalunya”, insistió Rivera. El candidato de C’s, que aspira a doblar los tres escaños alcanzados hace dos años, denunció que “en España hay cuatro personas que se reparten el pastel”, los líderes de PP, PSOE, CiU y PNV. Y es combatiendo este sistema de aguas estancadas donde Rivera se siente cómodo, incluso sin necesidad de poner un énfasis especial en la cuestión independentista.
En su intervención en Barcelona Tribuna, foro impulsado por la Societat Econòmica Barcelonesa d’Amics del País (Sebap), la Asociación Española de Directivos (AED) y La Vanguardia, Rivera planteó un programa reformista. Por un lado, propuso un paquete de reformas para que “el poder vuelva al ciudadano”: listas abiertas, primarias obligatorias, transparencia... “En Ciutadans –explicó– publicamos nues- tras cuentas. La gente no confía en los políticos y por eso incluso exageramos nuestra transparencia. Y en nuestra declaración, no hay ningún asterisco que diga ‘condonación de la deuda por las entidades financieras”.
Por otra parte, el cabeza de lista de C’s apuntó un plan de reforma y simplificación de la admi- nistración catalana que recupera, en parte, el informe elaborado bajo la dirección de Miquel Roca hace doce años. Entre las medidas propuestas, Rivera citó la fusión de municipios de menos de 5.000 habitantes, la supresión de consejos comarcales y diputaciones y la mancomunidad de servicios. Fórmulas de eliminación de estructuras que, sumadas a una mejor gestión de los recursos disponibles (“CiU y PP aplican meras medidas contables pero no de reactivación económica”), permitirían evitar recortes en sanidad, educación o seguridad. En definitiva, “reformar la administración para mantener el músculo y eliminar la grasa”.
Rivera negó a Catalunya la condición de “nación” –para él, la nación es España– y aseguró no tener miedo a un referén- dum, sino a “los políticos que dicen que harán consultas aun saltándose la ley”. Sobre las informaciones de El Mundo objeto de varias querellas, el líder de C’s no se dio por satisfecho con el rotundo desmentido del presidente de la Generalitat. “No puedo poner la mano en el fuego por Artur Mas”, dijo antes de recordar las implicaciones de Convergència –y el embargo de su sede– en el caso del Palau de la Música. “Ya no cuela envolverse en la estelada y vender la historia de que cualquier informe, caso de corrupción o auto judicial es contra Catalunya”, añadió Rivera, que no se mostró sorprendido por el hecho de que PSC y, sobre todo, PP, que en sus mítines suelen hacer excursiones a Suiza, no se atrevan a hablar de corrupción cuando tienen delante a Mas, como sucedió en el debate a tres en 8tv. “Hay una casta política que se protege de estos temas”, sentenció Rivera.
Al acto asistieron Jaume Giró, presidente de BarcelonaTribuna i director executiu de La Caixa; Daniel lópez (Gas Natural), Manel Vila del Olmo (AED), Sergio Esteve (Deloitte), entre otros empresarios y profesionales.