La Vanguardia

Martín Villa

-

Moldeado y redondeado por los años –aproximánd­ose a los ochenta–, parapetado tras unas gafas macizas y transparen­tes que establecen una zona de seguridad entre el observador y el objeto observado –un cordón de seguridad del antiguo Ministerio de la Gobernació­n–, lento, calmo y reflexivo, con un castellano perfecto de Santa María del Páramo, provincia de León, Rodolfo Martín Villa impartió ayer una lección andreottia­na en el casino de Madrid.

En verano del 2006 tuve ocasión de conversar durante más de tres horas en Roma con Giulio Andreotti, el hombre que lo sabe todo de la política italiana desde el día en que el mariscal Badoglio firmó el armisticio con los aliados. Lo que más me llamó la atención de Andreotti –93 años– fue la manera de responder a las preguntas del periodista. A cada cuestión de actualidad respondía hablando del pasado; del remoto pasado, incluso. Era desconcert­ante, hasta que cogías el hilo. Con una referencia a Pietro Nenni, viejo patriarca socialista, me vaticinó que José Luis Rodríguez Zapatero tendría un mal final como presidente del Gobierno de España –“está ha- ciendo cosas que no pertenecen a la tradición socialista”–, y me ofreció una interpreta­ción de película política italiana de la frase más andreottia­na de todos los tiempos: il potere logora chi non

ce l’ha (el poder desgasta a quien no lo tiene). “En realidad lo que yo quise decir es que el ejercicio del poder consiste en entender a la gente, en amar a la gente; el político que no entiende a la gente y que, en el fondo, no la ama, se desgasta”. En la sala del hotel donde nos encontrába­mos había el busto de dos emperadore­s romanos. Creí notar una ligera vibración en los mármoles.

Lo que Rodolfo Martín Villa quiso decir ayer en la presenta-

ción del libro que Manuel Campo Vidal acaba de publicar con motivo del 80.º aniversari­o de Adolfo Suárez ( Adolfo Suárez. El presidente inesperado de la transición, RBA) es que la transición fue una sucesión de conjuncion­es en las que la suerte, la astucia, el talento y la voluntad de poder se repartiero­n el trabajo casi a partes iguales. “Ni todo fue improvisad­o, ni todo obedecía a un guión perfectame­nte elaborado”. Martín Villa achinó los ojos detrás del cordón de seguridad y dejó caer la afirmación más andreottia­na de la noche: “Con buena voluntad, segurament­e, se ha magnificad­o en demasía el papel del Rey y Suárez, que fue importantí- simo y fundamenta­l, pero acompañado de otros esfuerzos”. El antiguo ministro del Interior quiso decir que cuidado con el pensamient­o mágico. Y que todo lo humano tiene un límite.

Fue oportuno el acto de RBA. Ayer había que escuchar a Martín Villa, aunque el hombre que en 1977 lo sabía todo no dijese ni mu del pastel que alguien ha querido organizar en Catalunya. El fracasado intento de hacer descarrila­r la campaña electoral catalana dejará una huella oscura en la maltrecha política española.

A chi logora il potere? Questo lo scopriremo a partire da domenica.

 ?? DANI DUCH ?? Rodolfo Martín Villa, uno de los hombres clave de la transición española, anoche en el casino de Madrid
DANI DUCH Rodolfo Martín Villa, uno de los hombres clave de la transición española, anoche en el casino de Madrid

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain