López Sors declara que sólo él decidió alejar el ‘Prestige’ de la costa
El ex director general de la Marina Mercante José Luis López Sors ejerció ayer de barrera oceánica para impedir que la contaminación judicial del caso Prestige alcance a las más altas instancias del gobierno que, en el 2002, presidía José María Aznar, con Francisco Álvarez-Cascos de ministro de Fomento y Mariano Rajoy en una vicepresidencia.
Ante el tribunal que juzga la catástrofe del Prestige, Sors asumió la responsabilidad de alejar el barco de la costa. Según su explicación, fue una decisión tomada en dos tiempos. A primera hora de la tarde del 13 de noviembre del 2002, “dictó” en solitario la orden de separar el barco, lo que podía hacer sin la necesidad de que lo aprobase el ministro Álvarez-Cascos. Sors insistió en que el objetivo era evitar que el petrolero, que tenía una vía de agua, embarrancase en A Costa da Morte.
En los días siguientes, una vez constituido en A Coruña el organismo encargado de gestionar la crisis, se evaluaron otras opciones, como hacer un trasvase del fuel en alta mar o llevarlo a los puertos de A Coruña o Ferrol. “Nos quedamos sin alternativa”, dijo el ex director general, quien consideró que desde donde estaba el Prestige no se podía abrigarlo en la ría de Corcubión. “Si lo hubiera metido en Corcubión, estaría en la cárcel con el señor Mangouras”, dijo Sors en alusión al capitán.
Ingeniero naval nacido en 1941, Sors compareció ante el tribunal fruto del empeño de la plataforma Nunca Máis, que mantuvo la acusación contra él, frente a la negativa de la Fiscalía, que, ya durante el mandato de Zapatero, avaló la decisión de hundir el petrolero. Pese a ser natural de Ferrol, Sors pidió utilizar el servicio de traducción simultánea para escuchar las preguntas que el abogado de Nunca Máis, Pedro Trepat, le formuló en gallego.
El ex director general de la Marina Mercante se enfrenta a peticiones de hasta cinco años de prisión. A través de su persona está en juego la culpabilidad del Estado español y la propia valoración de la catástrofe, como el resultado del mal estado del buque o como el producto de esta circunstan-
El ex director general evita que la responsabilidad alcance al Ejecutivo del 2002
cia y de una gestión deficiente de la emergencia.
Ayer Sors dijo que la Administración hizo un “buen trabajo”. Evitó utilizar el argumento que en su día usó el gobierno para justificar el alejamiento del buque, el de que el fuel se solidificaría en el fondo marino, teoría que se reveló como disparatada. Sors sostuvo que al hundir el Prestige a 260 kilómetros de las islas Cíes se redujo la contaminación que llegó a la costa. Afirmó que el mar actuó como una “central química lavando” y destacó que se pudo recoger mucho fuel en el mar, al tiempo que obviaba la labor de los marineros y de los voluntarios.