Compras a la luz de la luna
La Barcelona Shopping Night llena de curiosos y compradores el paseo de Gràcia
El paseo de Gràcia se convirtió ayer en un escenario de cuento donde Hansel y Gretel, la Bella Durmiente o el señor Scrooge mezclados entre compradores noctámbulos se convirtieron en los protagonistas. Una hora después de que la Navidad iluminara las calles de la ciudad bailarinas, músicos y cantantes tomaron el señorial bulevar para dar inicio a la tercera edición de la Shopping Night. La fiesta de las compras nocturnas mantuvo unos ochenta establecimientos entre comercios, restaurantes y hoteles abiertos al público hasta la una de la mañana.
El éxito de la convocatoria volvió a ser la combinación de actividades gratuitas abiertas para el gran público y otras de acceso exclusivo para los clientes especiales o celebridades. Todos ellos compartieron ayer espacio en el paseo.
La gastronomía fue otro de los puntos fuertes de la Shopping Night. En la esquina del paseo de Gràcia con Diputació se pudieron ver colas frente a las tapas y platillos que servía el cocinero Carles Abellán. Los barceloneses tampoco quisieron perder la ocasión de degustar la la sopa solidaria de Carme Ruscalleda y Raül Balam frente al hotel Mandarin. También se pudieron probar risottos en el hotel Alexandra y otros platos frente al Condes de Barcelona.
Las fiestas se sucedieron en el interior de las tiendas y de los hoteles y también en la calle. El Palau Robert acogió el village
vip, donde se dieron cita las personalidades. Mientras que en el tramo central del paseo –entre las calles Mallorca y Provença– se ubicó un espacio abierto al público en el que se celebraron presentaciones y degustaciones de todos los patrocinadores del Shopping Night.
Esta iniciativa público-privada intenta dinamizar el comercio local, de ahí que este año se haya extendido a las calles adyacentes al bulevar, y posicionar Barcelona como destino internacional de compras. Los organizadores esperaban superar la participación de 25.000 personas del año pasado.