Tintos de la Toscana (15)
Las virtudes de Panzano in Chianti que describíamos la pasada semana contribuyen sin duda a la elegancia, finura y frescor que caracterizan los vinos procedentes de esta subzona de Chianti Classico. Si continuamos bajando hacia Siena, aparecen tres zonas que, de nuevo, justificarían absolutamente tener una mención específica y definida en las etiquetas de la DOCG Chianti Classico: Gaiole in Chianti, Radda in Chianti, y Castellina in Chianti.
Como ocurre siempre, las diferencias entre cada área no son siempre evi- dentes, sobre todo, insistimos, si el vigneron se empecina en dejar excesiva constancia de su trabajo. Sin embargo, y a pesar de que en esta franja central de Chianti Classico el suelo predominante es el conocido como alberese (una roca arcillo calcárea), existe suficiente heterogeneidad en la multiplicidad de pequeños elementos del
terroir que dan pie a diferencias entre las varias procedencias. Los vinos elaborados en Castellina y en Radda suelen ser, si nos lo permiten, más femeninos, de expresión aromática más perfumada, y estructura en boca más delicada, mientras que en Gaiole los vinos son más potentes, de perfil aromático más contundente, y una estructura en boca más corpulenta y concentrada, sin por ello perder tipicidad ni armonía.
En el extremo meridional de Chianti Classico, está otra de las zonas de gran prestigio, Castelnuovo Berardenga. En estas tierras, el suelo característico es la roca volcánica denominada tufo, lo que ayuda a explicar la gran expresividad, intensidad y persistencia de estos vinos.