Argentina debe pagar más de mil millones a los ‘fondos buitres’
El fallo de un juez estadounidense provocaría ‘default’ técnico si no paga
Argentina vuelve a estar en una encrucijada financiera. Un juez de Nueva York ha sentenciado que el país debe pagar el 15 de diciembre la totalidad de la deuda a los acreedores estadounidenses que se negaron a la reestructuración de la misma tras la quiebra provocada por la crisis del 2001. El Gobierno de Cristina Fernández considera a esos tenedores de bonos argentinos como fondos buitres. Si Buenos Aires no asume el ultimátum judicial, podría caer técnicamente en una nueva suspensión de pagos.
El juez Thomas Griesa puso fin a una década de litigios y condenó a Argentina a pagar 1.330 millones de dólares (1.034 millones de euros) a los fondos estadounidenses que formaron parte del 7% de acreedores que en el 2005 y el 2010 se negaron a entrar en las dos quitas del 66% ofrecidas por el Gobierno kirchnerista. Griesa tomó la decisión por sorpresa, el miércoles por la noche, cuando ya había cerrado Wall Street y teniendo en cuenta que al día siguiente era festivo en EE.UU. Sin embargo, la Bolsa de Buenos Aires cayó ayer, al igual que los bonos argentinos en dólares, que se derrumbaron un 14%.
La fecha del 15 de diciembre impuesta por Griesa no es casual. Ese día Argentina debe pagar unos 2.600 millones de euros a tenedores estadounidenses que sí aceptaron la reestructuración. Si bien el juez rechazó la petición de acreedores que aceptaron la quita para cobrar ahora la totalidad de la deuda, ordenó al banco Mellon de Nueva York –gestor de los pagos reestructurados argentinos– que también deposite en esa fecha los 1.330 millones de dólares. De esta manera, el magistrado impediría que Argentina liquide la deuda reestructurada si no se hace cargo también de los acreedores disconformes.
Así pues, si el Gobierno kirchnerista no paga, el país entraría técnicamente en default, como confirmó ayer el ministro de Economía argentino, Hernán Lorenzino, si “por alguna razón ajena a las partes no se puede perfeccionar el pago” de la deuda reestructurada. “Si alguien logra calificar la situación como default técnico, se gatillan, es decir se activan, los seguros que garantizan a los buitres cobrar”, explicó Lorenzino, que acusó a estos fondos de perseguir una nueva suspensión de pagos de Argentina. El Gobierno ya ha adelantado que recurrirá el fallo, que tiene visos de acabar en el Tribunal Supremo estadounidense, y aspira a la suspensión cautelar de la sentencia.
Según se desprende del fallo, Griesa habría precipitado su decisión tras las reiteradas declaraciones previas de miembros del Gobierno kirchnerista, incluida la
La sentencia pone fin a una década de litigios y el Gobierno ha adelantado que recurrirá el fallo
presidenta, de que no pensaban acatar la sentencia si era contraria a los intereses de Argentina. “Estas amenazas de desafío no se pueden pasar por alto y requieren una acción”, indicó Griesa. “Cuanto menos tiempo se le dé a Argentina para encontrar medios de evadir, más garantías hay contra tal evasión”, añadió el juez. Griesa desestimó las presiones del Banco de la Reserva Federal de Nueva York y de otros estamentos oficiales estadounidenses que se posicionaron ante el juzgado a favor de Argentina, temerosos de que la decisión de bloquear el pago a los bonistas que aceptaron la reestructuración siente un precedente en el sistema financiero internacional.
Argentina habla de “buitres” porque esos fondos compraron bonos a precios irrisorios cuando el país estaba en crisis. Lorenzino los calificó ayer de “raza especial y muy marginal”.