Seis de golpe
La captura de seis etarras en una sola operación policial, como ocurrió ayer en Francia, representa un duro golpe a las menguadas estructuras de la organización terrorista. Hay que retroceder tres años, hasta el 2010, para encontrar otra operación en la que hubieran sido arrestados tantos miembros de la banda en una sola actuación de las fuerzas de seguridad. La operación de ayer, fruto del trabajo de la DCRI francesa y la Guardia Civil, tiene, además, una peculiaridad: que se ha concentrado en la logística, la rama convertida en este momento en la principal estructura de ETA. Con el cese de la actividad terrorista, el grueso de lo que había sido históricamente el aparato militar fue reorganizado y sus militantes encuadrados en tareas logísticas para asegurar el mantenimiento del grupo.
Una de esas tareas es el mantenimiento de los escondites con armas que todavía conserva ETA y que oculta celosamente. Si no hace atentados, las únicas bazas que le quedan a ETA para presionar a los Gobiernos de España y Francia son la persistencia de sus estructu- ras en la clandestinidad y la conservación de las armas. Mientras existan terroristas organizados que se ocultan y tengan a su disposición armas y explosivos, ETA constituye un peligro potencial. Esa capacidad de amenaza latente es el último recurso con el que ETA juega para tratar de arrastrar a Madrid y París hasta la mesa de negociación.
La logística hace posible la conservación de los arsenales. ETA ha escondido sus zulos y lo ha hecho bien porque desde el 2011 no se ha encontrado ningún depósito de armas en Francia. Además, la logística proporciona a ETA todo lo necesario para subsistir en la clandestinidad, coches, aparatos electrónicos para detectar balizas de seguimiento o documentos de identidad falsos con los que moverse por territorio francés o viajar a otros países. Por eso esta rama se ha convertido en la columna vertebral de la banda y por eso la importancia del golpe de ayer que diezma una estructura ya maltrecha por la captura hace siete me-
El aparato logístico se ha convertido en la columna vertebral de ETA, de ahí la importancia del golpe
ses de los dos jefes de la logística.
Vista la operación policial desde el terreno de la política, el mundo de ETA, tan dado a visiones paranoicas de la realidad, en la redada de ayer puede ver una respuesta al comunicado del 27 de marzo pasado en el que la banda afirmaba que la expulsión de tres de sus dirigentes de Noruega traería “consecuencias negativas”. Si aquella declaración contenía algún tipo de amenaza, las detenciones de ayer pueden ser leídas como una advertencia del Gobierno que transmite el mensaje de que si las cosas están mal para ETA todavía se pueden poner peor si da marcha atrás. Además, al debilitar la logística se desgasta la principal baza de chantaje de la banda.
El arresto simultáneo de seis cuadros de ETA en tres ciudades diferentes de Francia pone, además, de manifiesto la relevante información que han ido acumulando las fuerzas de seguridad españolas y francesas sobre una organización que, aunque no actúa, extrema sus medidas de seguridad al máximo.