EE.UU. bendice el golpe
Washington afirma que el gobierno de Morsi “no era democrático”
El nuevo orden en Egipto ha recibido un espaldarazo de Washington. Las declaraciones de una portavoz del Departamento de Estado, que afirmó el miércoles que el gobierno de Mohamed Morsi “no era democrático”, han sido acogidas en El Cairo como una bendición a la decisión del ejército de destituir al primer presidente elegido en las urnas, algo que medio país califica de rebelión popular y la otra mitad de golpe de Estado.
En otra señal de que la Administración Obama ha decidido tomar partido por los militares egipcios y su plan de transición, se supo también que Washington seguirá adelante con la entrega de cuatro cazas F-16 a Egipto prevista para agosto. La legislación de EE.UU. obliga a suspender la ayuda militar a los países donde un gobierno democrático es derrocado por un golpe. Todo parece indicar que Washington seguirá inyectando 1.500 millones de dólares anuales a un ejército que el lunes abrió fuego contra una manifestación islamista y mató a 51 personas.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Badr Abdelati, aplaudió las palabras de la portavoz del Departamento de Estado. Demuestran que EE.UU. se ha dado cuenta de que “los hechos políticos que está viviendo Egipto en los últimos días traducen la voluntad de millones de egipcios que tomaron la calle el 30 de junio para pedir sus derechos legítimos y exigir elecciones anticipadas”, afirmó.
Los defensores de la destitución de Morsi han vivido como una afrenta que en el extranjero pueda interpretarse como un golpe de Estado. La ambigüa reacción inicial de Washington ha disparado el antiamericanismo en un país que tiende a ver los hilos de las potencias extranjeras en todas sus vicisitudes. La plaza Tahrir, bastión de los anti Morsi, está empapelada con mensajes contra Obama, a quien se acusa de “terrorista” y de haber apoyado financieramente a los islamistas Hermanos Musulmanes.
Hay especial inquina contra la embajadora de EE.UU. en El Cairo, Anne Patterson. No le perdonan que, unos días antes de la gran manifestación que detonó la intervención militar, defendiera que Morsi había sido elegido democráticamente. “Vete a tu casa, Patterson”, dicen carteles con su fotografía pegados por toda la ciudad.
Ironías del mundo árabe, en el lado islamista se culpa a EE.UU. con tanta o más insistencia. Los Hermanos Musulmanes vieron ayer la confirmación de sus sos-
“VETE A TU CASA, PATTERSON ” Hay quien no perdona a la embajadora de EE.UU. que defendiera a Morsi antes del golpe HERMANOS MUSULMANES “Era imposible que el ejército no tuviera el respaldo de EE.UU.”, dice Gehad el Hadad
pechas. “Era imposible que el ejército egipcio hubiera llevado a cabo este golpe sin la anuencia de EE.UU.”, afirmó el portavoz de la cofradía, Gehad el Hadad.
Atrincherados en un campamento de protesta en Ciudad Nasr, en la periferia de El Cairo, los islamistas aseguraron ayer que proseguirán su “resistencia pacífica al sangriento golpe militar contra la legitimidad constitucional”. “Confiamos en que la voluntad pacífica del pueblo triunfará sobre la fuerza y la opresión”, decía un comunicado publicado en la web de la hermandad.
Decenas de miles de manifestantes siguen acudiendo cada día a Ciudad Nasr, que se llena sobre todo al caer el sol, con la celebración del iftar o ruptura del ayuno del Ramadán. El ejército custodia el perímetro, pero no impide ni la entrada ni la salida.
En el campamento podrían estar refugiados varios de los diez líderes islamistas contra los que la justicia ha emitido una orden de busca y captura por incitación a la violencia. El miércoles, por ejemplo, el predicador Safuat Hegazy, uno de los nombres en la lista, estuvo hablando desde el escenario. Y se cree que también está escondido en Ciudad Nasr el guía supremo de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Badie.
La prensa egipcia, alineada con el ejército tras el golpe, asegura que muchos manifestantes en Ciudad Nasr están allí contra su voluntad, retenidos por unos líderes que saben que se juegan la detención (o la vida) si salen.