Obama entrega cazas F-16 a Egipto para “defender intereses de EE.UU.”
La Casa Blanca no quiere “cambiar precipitadamente” el programa de ayuda
Cuentan los medios estadounidenses que el presidente Obama, tan criticado desde sectores conservadores por profundizar en la división entre sus conciudadanos, se ha mostrado como un unificador en Egipto. Unos –los pro militares– y otros –los pro Morsi– señalan a EE.UU. como la mano que está en su contra. Los dos bandos coinciden en dar con un culpable, el mismo.
Pero la actitud de Obama, que se ha negado a emplear el término golpe de Estado (el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, evita cada día responder si es o no un golpe), parece decantar claramente la balanza. La pone del lado de los uniformados, pese a que su iniciativa ha acabado con el recorrido del primer presidente electo democráticamente. Como dijo Carney, la actitud del Gobierno se sitúa “en la defensa de los intereses de la seguridad nacional estadounidense”.
Obama ha mantenido contactos telefónicos con su homólogos de la zona, aunque curiosamente, al menos reconocido de forma pública, la Casa Blanca no ha informado –al menos hasta ayer– de conversación alguna con el israelí Netanyahu. En cambio, a los mandatarios de Qatar o de Emiratos Árabes Unidos les ha asegurado que Estados Unidos “permanecerá comprometido con todos los protagonistas para regresar lo antes posibles a una democracia sostenible en Egipto”.
Será ese matiz que marca el adjetivo utilizado, pero su administración evidencia un claro posicionamiento al lado de los militares. “No deberíamos cambiar precipitadamente nuestros programas de ayuda”, replicó Carney respecto a si el Pentágono mantendrá el envío previsto a las fuerzas armadas egipcias de cuatro cazabombarderos F-16. Segun la agencia Reuters, sin que el portavoz de la Administración les desmintiera, la entrega de los aparatos se producirá este próximo agosto. La fabricación de estos cazas corresponde a la empresa Lockheed Martin y forman parte del paquete anual de 1.500 millones de dólares que EE.UU. aporta a las arcas de Egipto.
La semántica sí que importa. Emplear el término golpe obligaría a cortar esa ayuda. De ahí la negativa de Obama, ampliamente apoyada en sectores políticos y en numerosas opiniones de ex- pertos, da igual que sean progresistas o conservadores. Israel es uno de los que más celebra el mantenimiento de esa ayuda.
En el Capitolio, John McCain, rival de Obama en el 2008, es uno de los pocos que han solicitado su suspensión. Otro que le ha secundado es el republicano libertario Rand Paul. Ayer presentó en el Senado una propuesta para cerrar el grifo. “La legislación es muy clara –explicó Paul, que tiene aspiraciones presidenciales cara al 2016–, cuando se produce un golpe de Estado la ayuda exterior debe cesar”.
A pesar de hallarse en las antípodas ideológicas, el editorial del
LA VOZ EN CONTRA El republicano libertario Rand Paul pide en el Senado cerrar el grifo
LA MALA MEMORIA ‘The Wall Street Journal’ desea que los egipcios hallen el molde de Pinochet
The New York Times sostuvo que resultaría “provocativo” hacer esa entrega de los cuatro aviones de guerra. Sin embargo, en el mismo diario, más de uno de sus columnistas han defendido lo contrario. Segun Thomas L. Friedman, “los amigos de Egipto no deben cortar ahora la ayuda”.
En Los Angeles Times, Jonah Goldberg acentúa que el “zigzagueo” del presidente en política exterior “sacrifica el idealismo en favor de las demandas del momento”. En The Wall Street Journal, el analista John Bolton, del conservador American Enterprise Institute, indicó que sería “un error muy serio” que se aparcara la inyección económica. Es precisamente en la cabecera de Murdoch donde se va más allá en esa defensa: “Los egipcios serán afortunados –deseó en un artículo editorial– si sus nuevos dirigentes están hechos en el mismo molde del chileno Augusto Pinochet, que se hizo con el poder en medio del caos y lo condujo a una transición democrática”.
Como suena. Citó el papel de “reformadores del libre mercado”, pero ni una mención a las ejecuciones masivas.