Dación en pago inédita en Mataró
El acuerdo permite seguir en el piso
En Mataró, uno de los desahucios más dramáticos que ha ocupado a la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) se ha resuelto. Miembros de la plataforma han celebrado que el BBVA haya otorgado la primera dación en pago en Mataró y que, a su vez, los primeros beneficiarios sean una pareja de invidentes, que podrán permanecer en su propio piso durante cinco años más pagando un alquiler social.
Dolors Carmona es una invidente de nacimiento casada con Munir Atou, afectado de ceguera crónica. Tienen dos hijos, un niño de cinco años, y una niña de dos años, ciega. Cuando ambos trabajaban para la ONCE, adquirieron una vivienda y suscribieron una hipoteca. Pero “la crisis –explica la mujer– también llegó a la ONCE” y se quedaron sin em- pleo en 2009, “con la hipoteca y sin ingresos durante nueve meses”. La primera orden de desahucio llegó el 25 de mayo de 2012.
Alguien les aconsejó que se pusieran en contacto con la PAH. Sebastià Tenés, miembro de la plataforma y Juan Sánchez, presidente de la Federació d’Associacions de Veïns de Mataró, activaron todos los mecanismos para negociar con el banco que “nunca había querido negociar una dación en pago”.
El primer desahucio lo evitaron el eco mediático y varias protestas, que frenaron a la comitiva judicial que impulsaba el desahucio. “Desde entonces, las conversaciones con el banco han sido constantes”, apunta Tenés, que resalta como clave la intervención de los Mossos d’Esquadra. En una negociación, la directora de la sucursal se comprometió a promover la dación en pago. “Pero pasaron los meses y el compromiso adquirido de palabra no se materializaba” –explica Tenés–. Los Mossos de Mataró habían levantado acta de lo sucedido con el compromiso de la directora, y eso llevó a que se resolviera todo. Un documento que los agentes elevaron al juez para desactivar el desahucio, que ya tenía como fecha definitiva el 13 de julio.
Ahora, Dolors Carmona vuelve a sonreír, aunque no olvida que el 25 de enero “el mundo se me caía encima cuando me negaban la condonación de la deuda y el alquiler social”. La PAH destaca que “es el primer contrato de alquiler social a cambio de una dación en pago del piso” que ha concedido el BBVA en Catalunya. “Después han venido más” apunta Tenés, pero en éste “los afectados pueden permanecer en su vivienda”. Dolors ha empezado a trabajar en un quiosco ONCE en el barrio de Cerdanyola, aunque gana poco más de 300 euros, “justo para comer” y pagar los 100 euros de alquiler social.