Los ‘Fuegos’ de Josep Maria Pou triunfan en Mérida
Largos aplausos, bravos y la mayoría del público en pie despidieron anteanoche el estreno en el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida de Fuegos, una obra en la que Josep Maria Pou dirige a un póquer de estrellas –Carmen Machi, Cayetana Guillén Cuervo, Ana Torrent y Nathalie Poza– a partir del libro homónimo de Marguerite Yourcenar. Un libro nacido de la decepcionante historia de amor de la autora de Memorias de Adriano con el editor homosexual André Fraigneau, y en el que Yourcenar disfraza su dolor bajo la máscara de personajes históricos.
Por eso, para retratar a la escritora belga, sus sentimientos, sus ideas sobre el amor, la soledad y la creación, Pou y el dramaturgo Marc Rosich han llevado al impresionante teatro romano de Mérida –y del 26 al 28 de julio lo harán al Grec– tres de los monólogos del libro Fuegos: el de la doblemente abandonada –por Juan y Jesús– María Magdalena (enérgica y deslumbrante Guillén Cuervo), el de la vengativa Clitemnes- tra (gran Poza) y el de la inútil suicida Safo, convertida en una acróbata a la que Ana Torrent da vida con poderosas imágenes. Tres mujeres abandonadas como la autora.
En un escenario minimalista inspirado en un jardín japonés, con madera, agua y piedras, han situado a la escritora, encarnada por una contenida y grave Carmen Machi que cree que “no se puede construir felicidad sino sobre los cimientos de la depresión”, y que se pone a dar vida a sus criaturas, con las que dialoga y casi acaban dán- dole vida a ella. El goteo de frases que resuenan es largo: “Dejar de ser amada es convertirse en invisible y yo aún tengo un cuerpo”. “Si vuestra casa ardiera en llamas, ¿qué salvaríais de la destrucción? Yo sólo querría salvar el fuego”. “El amor es un castigo. Se nos castiga porque no sabemos estar solos”. O “me he salvado de la felicidad. Qué aburrido habría sido ser feliz”, que es el leitmotiv que ha tomado Pou para una obra cuyo éxito vaticina que la próxima temporada recorrerá toda España.