A la segunda, la vencida
Adolfo acaba en Políticas después de dedicar un año a repetir la selectividad
En ocasiones, el tiempo sirve para madurar ideas, para repensar decisiones y plantearse nuevos horizontes que nunca antes uno se había imaginado. Algo de todo esto le ha sucedido a Adolfo Ito, futuro estudiante de Ciencias Políticas y de la Administración, licenciatura que cursará en la Universitat de Girona (UdG). Pero ha tenido que pasar casi un año para saber que esta es la carrera que en realidad quería estudiar este joven, hijo de padre japonés y madre venezolana, que llegó a la ciudad de Girona hace seis años procedente de Venezuela.
El curso pasado, su elección iba por otros derroteros: su meta era sacar nota para entrar en Criminología, en la UdG. Pero cuando se examinó de selectividad en septiembre no alcanzó la nota suficiente. El corte estaba alrededor del 7 y él sacó un 5,4. Tampoco tuvo suerte con otra de sus primeras opciones, el grado de Ciencias Políticas, porque todas las plazas ya habían sido asignadas.
Para subir nota, decidió repetir las pruebas de acceso a la universidad el pasado junio, aunque sólo se examinó de dos materias, las específicas: matemáticas y economía. Unas asignaturas que había repasado a lo largo del año: “Estudiaba dos horas por la mañana y dos más por la tarde”, explica. Pero de un año a otro, sus preferencias habían cambiado. Ya no se sentía tan atraído por la Criminología y cada vez iban ganando más peso las Ciencias Políticas. “De la Criminología me atraía la parte de investigación y de deducción, pero las Ciencias Políticas tienen muchas ramas: administración, empresas, derecho ambiental... Fui madurando la idea y me di cuenta de que en realidad no me atraía tanto la parte forense, sino el enfrentamiento de ideas y el debate, por eso al final me he decantado por Ciencias Políticas”, explica Adolfo.
Así, este junio se presentó de nuevo a la selectividad con la idea de ser politólogo el día de mañana. “El examen de matemáticas me fue mal, el de economía no, pero aún así he entrado en Políticas”, afirma. Para cursarla sólo se necesitan 5 puntos de nota de acceso, como ocurre en otros 180 grados universitarios. A lo largo de este año, Adolfo, aparte de repasar las materias de las que se tenía que examinar, también ha aprovechado para formarse. “Hice un curso de alemán, un intensivo de doblaje en Barcelona de un día y también busqué trabajo”, cuenta. Y lo encontró: de comercial para una empresa del sector del gas.
Pero sus inicios en el mundo laboral no han sido para tirar cohetes. Tras quince días empleado y trabajando de diez de la mañana a ocho y media de la tarde lo dejó por las condiciones laborales y la falta de tiempo para estudiar. “No llegué a cobrar, ya que sólo lo hacía por cada contrato que hacía”, explica. Ahora le toca disfrutar del verano. Le gustaría trabajar para ganar algo de dinero. “Pero me piden experiencia”, se queja. Todo llegará.