Waterpolistas de oro
Las ‘guerreras’ de España hacen historia al batir a Australia en la final
Lo habían prometido. “Vamos a por el oro, no nos conformamos con menos”. Y las guerreras no fallaron. Las chicas de Oca ya son de oro, las mejores del mundo. De la plata olímpica de Londres al oro mundial de Barcelona en menos de un año. En la final de las Picornell pasaron por encima de Australia, la que había sido la mejor selección del campeonato, que llegaba invicta a la cita. Pero la fortaleza mental y la confianza de estas chicas no tiene rival.
Laura Ester, Anni Espar, Mati Ortiz, Jennifer Pareja, Pili Peña, Maica García, Laura López, Marta Bach, Roser Tarragó, Lorena Miranda, Andrea Blas, Ona Meseguer y Patricia Herrera. Las 13 chicas de Oca ya son eternas. Para el waterpolo y para el deporte femenino, tantas veces olvidados, infravalorados, ninguneados. Ellas, con ese espíritu guerrero y esa alegría contagiosos, han atraído todas las miradas. Están agotando todos los elogios.
Trabajo, esfuerzo, humildad, compañerismo, compromiso. Ingredientes que a Miki Oca le vienen a la boca cuando le preguntan por la fórmula del éxito de este grupo jovencísimo, con una media de 22,7 años. Un equipo que empezó a trabajar con el técnico madrileño hace tres años y medio, en el 2010, que se estrenó con batacazos, pero que explotó en los Juegos de Londres. Allí se acuñaron las guerreras, llegó la plata, el prestigio. Un equipo que ha sabido gestionar con humildad el vertiginoso viaje del anonimato más absoluto al éxito, a las entrevistas, los focos. Ayer no los rehuían. Se los habían ganado.
Las guerreras salieron a la pista con furia, mordiendo, intimidando con la mirada. Fieles a su estilo que las define, achucharon en defensa, su santo y seña, y acorralaron a las australianas ya desde el sprint inicial ganado por Pareja. Las luchas eran cruentas en las áreas, Mati Ortiz y Laura López se las tenían tiesas con Lincoln-Smith en defensa, y Maica Garcia casi se mataba con Buckling en ataque. La boya del CN Sabadell abrió el fuego y Laura López estableció el 2-0, ambos logrados aprovechando a la perfección la superioridad por las exclusiones. Mejor eficacia, imposible. Y en defensa, el muro de seguri- dad que levantaron las guerreras era brutal. Un bosque de brazos al aire se interponía ante las australianas, que se encontraron una defensa aguerrida, asfixiante, impenetrable con las anticipaciones y las ayudas. No podían ni tirar. Y si lo hacían se tropezaban con la portera. El Pajarito parecía un pulpo. Sus paradas eran oxígeno para sus compañeras.
España tenía ganas de encarrilar el partido, de poner tierra por
CONFIANZA INFINITA El triunfo de las chicas de Oca es el éxito de la fe, el espíritu combativo y la confianza en el grupo
LOS DOS PILARES La defensa brutal, con una Ester pletórica (11 paradas), y el liderazgo de Jenni, MVP del torneo
medio, para no sufrir. Tenía que aprovechar al máximo las exclusiones. Y así lo hicieron Pareja y Andrea Blas para llevar el 4-2. Cuatro superioridades, cuatro goles. La capitana lo celebró haciendo el chupete, dedicado a su sobrina Ariadna, mientras que el tanto de la zaragozana fue precioso, en posición de boya, recibió una asistencia magistral a lo Xavi de Anni Espar y no perdonó. La réplica australiana encontró rápida respuesta en Ru Tarragó, que anotó el 5-3, un gol en tiro lejano, desde seis metros, agotándose la posesión, que se comió Wakefield, hasta ayer la portera menos goleada del Mundial.
Con esa renta de dos goles afrontaba la segunda parte. Pero también con la grada volcada, con las australianas cargadísimas de exclusiones y con su moral que empezaba a desmoronarse ante el empuje guerrero y las paradas de Laura Ester, que acabó la noche con 11 paradas de 17 lanzamientos, un 65%, y elegida mejor portero del campeonato e incluida en el 7 ideal.
El 7-4 de Maica al inicio del último cuarto y el 8-5 de Pareja, de penalti, a falta de 5m14s, certificaban prácticamente el oro. Ese tiempo fue una cuenta atrás, en la que las eliminaciones australianas ayudaron a soportar el trance y evitar el infarto. El broche fue el penalti parado por Laura Ester a falta de 3m30s. Las Picornell estallaron al grito de “Campeonas”. El último tiempo muerto, a falta de 30s, lo pasaron las guerreras bailando. Celebrando ya su fiesta. Y con el pitido final, Oca y el cuerpo técnico acabaron en el agua, y la portería, hundida. Las guerreras pueden con todo.