El nuevo Barça de siempre
Messi inaugura una exhibición (8-0) ante un melifluo Santos
El Camp Nou acogió anoche un festival de virtuosismo y aplaudió al Barça de Martino, liderado por Messi y mejorado por Cesc y un ilusionante Neymar.
Parecía que no iba a llegar nunca después de un verano lleno de tribulaciones. Pero el día llegó. El futuro ya está aquí. El Barcelona se presentó en el Camp Nou. Messi y Neymar ya juegan juntos. Xavi e Iniesta están de vuelta. Busquets y Cesc no se mueven. Ramallets, perdón Valdés, sigue bajo los palos. Y el balón lo agradece. Ni tango, ni samba, el Barça bailó el mambo ante el Santos, al que goleó sin pisar el freno en su estreno ante la afición, que se fue ilusionada y motivada por lo que queda por venir.
Fue el Gamper de Neymar, pero el gol sigue siendo coto de Messi, que abrió la fiesta y el marcador. Nadie mejor para escenificar que los galones se mantienen. En el banquillo, el once saltó para celebrar el gol del diez. Ambos sólo coincidieron 17 minutos al inicio de la segunda parte. Se buscaron, pero no se encontraron. Quería el brasileño contentar al argentino. Intentó el mejor del mundo favorecer al recién llegado. Habrá que esperar para ver el primer gol de Neymar. El larguero le dejó con las ganas. Tiempo al tiempo. Hay toda una temporada por delante.
La mano de Martino se empieza a notar en el funcionamiento del equipo. Se vio antes incluso de que empezase el partido, cuando fue uno de sus ayudantes, Elvio Paolorosso, el que dirigió el calentamiento. Sin embargo, el equipo que presentó el Barcelona es la confirmación de que el Tata no llega para hacer una revolución, sino que lo que pretende es un retorno a la raíces, a los automatismos perdidos. Repetían diez de la remontada al Milan y otros diez del empate en el Parque de los Príncipes en el día que se empezó a torcer la Champions para los azulgrana.
Y si había alguna duda sobre cómo los jugadores iban a recibir la llegada de Martino, de si iban a creerse el manual del extécnico de Newell’s la primera parte fue una gran respuesta de los internacionales españoles, el núcleo duro del vestuario. El equipo emitió un sí rotundo. Sí a correr sin pelota. Sí a presionar. Sí a ser disciplinados con la táctica. Y sí a volver a intentarlo. Con sólo cinco días de entrenamientos, se esforzaron en un alarde de despliegue físico.
Porque con la pelota, el Barcelona sigue sabiendo lo que tiene que hacer. Pasársela al jugador que esté libre, pasársela lo más rápido posible y pasársela siempre en ventaja. Eso es lo que admiraba Martino de los equipos de Guardiola y de Vilanova. Eso es lo que encumbró al Barça en la Liga y la Champions.
Como si fuese la final del Mun- dial de Yokohama de hace un año y medio, el Barcelona volvió a pasar por encima del Santos desde el primer minuto. Y encima, el Santos ya no tiene a Neymar. Los goles no tardaron en llegar con un robo de Messi, que salvó la salida del portero y anotó a puerta vacía. El segundo lo marcó Léo en propia puerta. El tercero fue obra de Alexis tras una combinación del chileno con Messi. Mientras que el cuarto lo inició Xavi abriendo para Alexis, que vio cómo Alba le desdoblaba y se la dejó para que el lateral centrase al área pequeña, donde Pedro sólo tuvo que empujar.
Tras el tanto, el canario se fue hacia el banquillo y recogió una
COSAS QUE NO VARÍAN Los galones no han cambiado y el gol sigue siendo propiedad de Messi, que abrió la fiesta
POR PRIMERAVEZ Neymar y Leo estuvieron 17 minutos juntos, pero el larguero impidió el tanto del brasileño
camiseta con la foto de Tito Vilanova. Porque el Barça avanza pero no olvida, sigue creciendo y cada temporada quiere más pero tiene orígenes, debe mirar hacia delante y pero sabe mirar atrás. Tito siempre estará muy presente en este equipo, como Antoni Ramallets quedará por siempre en la memoria de los culés.
El Camp Nou también respiró tranquilo al ver a Cesc jugando de azulgrana pese al interés del United. Su objetivo es triunfar en el Barça y lo demostró marcando el quinto y el sexto de la noche. Y pudo hacer el séptimo de falta. La madera no pudo evitar el golazo de Adriano. Y entre ellos dos le regalaron el octavo a Dongou. El futuro ya está aquí.