Calentamiento global
Una encuesta derriba el mito de los españoles despreocupados por el medio ambiente: el 85% ha asumido hábitos para cuidar el entorno
Tres cuartas partes de los españoles considera que el calentamiento global es provocado por las actividades humanas, y el 85% ha incorporado hábitos en su vida cotidiana para proteger el medio ambiente, según una reciente encuesta.
Tres cuartas partes de los españoles considera que el calentamiento global es provocado por las actividades humanas, y el 85% ha incorporado algunos hábitos en su vida cotidiana para proteger el medio ambiente. Son dos de los resultados más destacables de un informe de la Fundación BBVA sobre valores y comportamientos de los europeos con relación a la naturaleza. El informe, elaborada a partir de 15.000 entrevistas en 10 países europeos (1.500 de ellas a los españoles), detecta un importante cambio cultural de los españoles al respecto y derriba el tópico de que no les importa el medio ambiente.
“Nuestro informe demuestra que las corriente de opinión conservacionista, que estaba muy implantada en
El reciclaje de residuos y el poco consumo de alimentos ecológicos son los puntos negros
Europa, en países como Alemania o Dinamarca, también se ha asentado en España. Ya tenía algunos indicios de esa preocupación hace diezaños, pero ahora se confirma plenamente”, señala Chelo Parera, analista del departamento de estudios sociales de la Fundación BBVA.
El dato que mejor ilustra este cambio de valores en España, añade Parera, es el retroceso que experimenta esa percepción materialista y utilitarista sobre la naturaleza que marcó la época del desarrollo industrial, sustituida ahora por una visión ambientalista. En la UE, ya son minoría quienes consideran que el crecimiento económico es más importante que la protección del medio ambiente. Los españoles, en una línea similar a la expresada por los europeos, muestran un alto grado de consenso en la afirmación de que “el equilibrio de la naturaleza es muy delicado y fácilmente alterable por las actividades de los seres humanos”. Además, es muy mayoritaria la opinión de que “la naturaleza estaría en paz y equilibrio si los seres humanos no la tocaran”.
El estudio concluye que “los ciudadanos parecen haber tomado conciencia de la importancia de los problemas medioambientales, así como de su capacidad individual de influencia para actuar en la protección del entorno”. España aparece en el cuarto puesto (detrás de Suecia, Italia y Dinamarca, y empatada con Francia) en el ranking de los diez países europeos donde se aprecia esa preocupación.
Una amplia mayoría de los ciudadanos europeos declaran que tiene hábitos para proteger el medio ambiente. En España, las prácticas o comportamientos que tiene un mayor seguimiento son las medidas de ahorro de energía (seguidas por un 85,5% de los encuestados) y de reducción del consumo de agua (un 84,9%), con niveles por encima en ambos casos de la media en la UE. En cambio, el porcentaje de los que hacen la separación de la basura inorgánica (papel, cristal o envases) es del 70,4%, muy inferior a la media europea (un 84%).
El comportamiento de los españo- les es menos ecológico cuando se trata de viajar en transporte público (un 47,3%), consumir frutas y verduras sin pesticidas (15,2% frente al 42,4% en la UE) o rechazar la carne para no sacrificar animales (4,4%). El reciclaje de desechos tiene sus mayores cotas en Alemania, Países Bajos, Suecia, Francia e Italia, mientras que España ocupa la novena posición, sólo por delante de Polonia. La compra de alimentos ecológicos está asentada en Alemania, Italia, Dinamarca y Suecia, mientras que España ocupa la última posición. España es el país en donde más responsabilidad se otorga a la actividad humana en el calentamiento (un 76%). “La población con más estudios tiene una visión menos instrumental de la naturaleza y sigue más las prácticas de cuidado medioambiental”, dice Parera.