Empleo ordinario con apoyo permanente
Un centenar de jóvenes con síndrome de Down están trabajando en Barcelona en empresas ordinarias dentro del programa de apoyo y seguimiento que les ofrece la Fundació Catalana de Síndrome de Down (FCSD). Desde la Fundació Aura siguen a otros 125 trabajadores en empresas ordinarias y ya tienen dos o tres prejubilados y, en conjunto, unas 3.000 personas con discapacidad intelectual trabajan de este modo en Catalunya. “Lo más frecuente es auxiliar administrativo, ayudante de cocina, auxiliares de caja en supermercados, mozo de almacén y recepcionista de apoyo. Aparte hay centros especiales de trabajo. Ahora nos planteamos ampliar la oferta a ayudante de monitor deportivo y de comedor con niños pequeños. No se sienten cómodos con chicos mayores”, apunta Adela Fernández, coordinadora del servicio de integración laboral de la FCSD.
“El seguimiento es permanente; el apoyo, que no la tutela, palabra que les desagrada mucho, es a medida. También a la empresa. Por eso no nos vamos de vacaciones”, señala Glòria Canals, directora de Aura.
El empleo con apoyo requiere un entrenamiento previo y luego en la propia empresa. Después de ese periodo variable, la empresa contrata o no. Y también se le ofrece apoyo: cómo actuar desde el principio como un adulto y sin sobreprotección, y con una sola voz que da instrucciones. Las jornadas de estos trabajadores suelen ser de 4 a 5 horas. “El sistema se les cae si trabajan más tiempo”, explica Canals. En ambas instituciones se da mucha importancia al resto del día. “El ocio y la formación también requieren apoyo en estas personas”.