La trompeta como terapia
El joven Rafael Calderón estudia en el conservatorio y actúa en una banda
Rafael Calderón Almendros (1984) se convirtió en la primera persona con síndrome de Down en España en completar los grados elemental y profesional de las Enseñanzas Musicales y acceder al grado superior. Ese mismo año le fue concedida la medalla de oro al Mérito en la Educación y logró que le patrocinara la marca internacional de instrumentos musicales Yamaha. Actualmente prosigue sus estudios en el Conservatorio de Málaga y actúa como trompetista en la banda juvenil de música Mira flores-Gibraljaire, en la que toca desde que tenía doce años.
“Soy una persona como cualquiera de vosotros, pero yo aprendo más lento”. Es una de las frases que Rafael Calderón ha repetido en diversas entrevistas. Poco a poco ha ido venciendo dificultades y con la ayuda de su familia ha conseguido primero culminar sus estudios de secundaria y ahora proseguir sus estudios superiores de música. Le ha ayudado y mucho la banda a la que pertenece, donde nunca se ha cuestionado su presencia y ha contado con la colaboración de sus compañeros. Y la de la trompeta, que es “su medio de comunicación, su terapia”.
Su hermano Ignacio, profesor de Didáctica de la Universidad de Málaga, ha sido galardonado hace apenas tres semanas con el premio CERMI de Discapacidad y Derechos Humanos por su trabajo Educación y esperanzas en las fronteras de la discapacidad, que analiza la construcción de la identidad de la discapacidad intelectual, a partir del caso de Rafael. En esta investigación, como antes en el documental Yo soy uno más. Notas a contratiempo, realizado también por Ignacio, se analiza en primer lugar la estigmatización y opresión que viven las personas con discapacidad. A continuación, se muestra cómo se vive el proceso de resistencia a esa imagen social de la discapacidad. en la escuela y en el trabajo. Por último, destaca cómo
Las claves del éxito son la resistencia de Rafael y su familia, la educación inclusiva y la creatividad
se desarrolla en Rafael la resiliencia (la capacidad para resistir a la adversidad).
“Hay contextos que facilitan la inclusión y otros que no –explica Ignacio Calderón–, a veces la escuela es muy rígida, es más fácil no cuestionarse nada, y seguir la lógica de la competitividad y la ley del más fuerte, y en esta línea hay unos que tienen las de perder. Pero hay también escuelas e instituciones donde impera la lógica de la cooperación, donde se imponen dinámicas de cambio y se cuestionan las fronteras”. Su herma- no lo expresa con su propio lenguaje en la película antes mencionada, cuando se refiere a los problemas que tuvo al final de la ESO. “No deberían suspenderme porque he estudiado (…) ¿Qué han hecho ellos correspondiente a mí, según mi esfuerzo? Suspenderme”.
“La resistencia generada por Rafael y su familia, los procesos educativos inclusivos y el uso de la creatividad en la construcción de la identidad le han permitido desafiar las representaciones sociales, las creencias y el estigma”, dice su hermano.