Incidente al final del Ramadán en Mataró
Un detenido por entrar en una mezquita con un machete
Dos graves incidentes han empañado la tranquilidad con la que este año ha transcurrido el ayuno de la comunidad musulmana en Mataró. El primero de ellos acabó el miércoles con un individuo de nacionalidad española detenido por irrumpir en una mezquita con un machete y el segundo por la acción de amedrentamiento y amenazas a dos agentes de los Mossos d’Esquadra.
El pasado martes, frente a la mezquita que la comunidad subsahariana tiene en la calle Batista i Roca del barrio de Cerdanyola en Mataró, una provocación homófoba acabó en intento de homicidio y la detención de un individuo vecino de la localidad.
Poco después de la medianoche, una pareja de jóvenes en un
Un joven embriagado que entró en una mezquita con un cuchillo fue reducido y detenido
vehículo con las ventanillas abiertas y la música a todo volumen se estacionó frente al oratorio musulmán, en plena celebración del Ramadán.
Los fieles no tardaron en salir a reprochar a los alborotadores su conducta, un chico y una chica, que entre insultos optaron por marcharse. No obstante, poco después, el muchacho, en evidente estado de embriaguez, volvió al lugar armado con un ma- chete e irrumpió en la mezquita blandiendo el arma, por lo que fue reducido y golpeado por algunas de las personas que allí se encontraban. El presunto agresor ingresó en el hospital de Mataró y después fue detenido por los Mossos d’Esquadra acusado de un delito de amenazas e intento de agresión.
En otro de los barrios con mayor número de inmigrantes magrebíes de Mataró, Rocafonda, una zona donde la policía mantie- ne un operativo de vigilancia especial para evitar que se reproduzcan incidentes entre vecinos, el jueves una patrulla de los Mossos d’Esquadra se vio obligada a huir para evitar ser agredidos por una muchedumbre.
Los hechos tuvieron lugar después que un vehículo identificado como una patrulla de la policía catalana se percatara de que dos jóvenes salían huyendo ante su presencia. Tras dar alcance a los dos jóvenes con el coche, con la sirena y las luces de emergencia activadas, unas ciento cincuenta se fueron congregando alrededor de los agentes y profirieron insultos y amenazas, debido a lo cual y a la vista de que se hallaban en franca minoría, se vieron obligados a refugiarse en el vehículo oficial.
Mientras los policías pedían refuerzos, los concentrados sacudían y golpeaban violentamente el vehículo gritándoles “que se marcharan del barrio, que allí mandaban ellos y no querían ver a la policía”, versión que han corroborado a La Vanguardia testigos presenciales de estos acontecimientos.
Ante el cariz violento que tomaba la situación los agentes optaron por marcharse, aunque al día siguiente volvieron al domicilio de los dos jóvenes para proceder a su detención.
Ambos incidentes han sido confirmados por los Mossos d’Esquadra y la policía local de Mataró. Sin embargo, desde el Ayuntamiento de la capital del Maresme, gobernado por CiU, la concejal de Vía Pública, Núria Calpe, intenta evitar relacionar estos enfrentamientos con los incidentes entre comunidades de vecinos que el año pasado provocaron la movilización de cuatrocientos vecinos del barrio de Rocafonda y una manifestación en la que exigían un incremento de la vigilancia policial en el barrio para erradicar la inseguridad.
Desde entonces, todos los cuerpos policiales mantienen activado un operativo especial que, como confirma Calpe, “contribuye a normalizar la situación y garantizar la convivencia”. Por ello, define estos dos últimos episodios como “hechos aislados”.