El sueño de una noche de verano
Messi y Neymar inician su idilio en un Gamper prometedor
Es un caso excepcional. El Barça ha tenido tres entrenadores en las últimas tres temporadas sin haber despedido a ninguno. Guardiola abandonó por decisión propia, Tito ha tenido que librar una batalla que trasciende a los terrenos de juego y Gerardo Martino ha recibido el encargo de custodiar el tarro de las esencias azulgrana. En este sentido, fue un conjunto perfectamente reconocible desde el punto de vista táctico y con la ambición que merece la puesta de largo en el Camp Nou. El juego, preciosista, combinatorio, con un apreciable incremento de la presión sobre las posesiones rivales, circunstancia que pretende convertirse en la mayor aportación de un Tata que siguió el enfrentamiento en tensión desde el primer instante, apostado en el límite del área técnica.
Polo oscuro, americana de tono grisáceo, pantalón de vestir, el técnico argentino aclaró una de las incógnitas de su puesta en escena. Al parecer, ha desistido de su costumbre de vestir un vulgar chándal en los partidos para adoptar una apariencia más solemne. El Barça es mucho Barça. “Sólo quería decirles de la enorme felicidad de estar aquí y trasladarles la satisfacción de poder formar parte de este club y el compromiso de intentar que este año sea un campeonato de logros para la institución”, dijo el técnico en su presentación ante una afi-
RECUERDO A VILANOVA “Tito, miles de ánimos, mucha fuerza, estamos contigo”, dice Puyol, y exige unidad
AL FIN JUNTOS Los dos cracks iniciaron su simbiosis, pero Martino no abusó de la combinación
ción sofocada por el bochorno ambiental y seducida por el estreno de Neymar, que apareció en el segundo acto desbordando por el flanco izquierdo.
Al fin juntos. Messi y Neymar. El rey y la sensación del mercado estival. No es posible aglutinar mayor nivel de magia y desequilibrio, y los dos cracks iniciaron su proceso de simbiosis. La primera experiencia no duró ni 17 minutos, hasta que Leo fue relevado por Dongou y fue despedido con ovación. Martino no quiso abusar prematuramente de una combinación que promete ser explosiva, pero el Camp Nou pudo ratificar que nadie, ni en Barcelona ni en cualquier otra parte, está en condiciones de amenazar el trono del fenómeno de Rosario, designado mejor jugador del torneo.
“Nueva temporada, nuevos sueños”. Era el lema del trofeu Joan Gamper, en el que el Barça no quiso avanzar hacia el futuro sin detenerse en el pasado. Los actos arrancaron con un “gracias Tito” y el capitán, Puyol, centró en el extécnico su parlamento: “En primer lugar, queremos enviar un abrazo muy fuerte a Tito Vilanova. Tito, miles de ánimos, mucha fuerza, estamos contigo. Es el momento de estar más unidos que nunca. Si equipo y afición estamos juntos, lo superaremos todo y seguramente al final celebraremos algún título”. Pedro dedicó su gol a Vilanova y el estadio, mayoritariamente poblado de turistas, dedicó un minuto de silencio a Antoni Ramallets, tiempo durante el que se depositaron dos ramos de flores bajo las porterías. Valdés lució en la camiseta el nombre de su ilustre predecesor.