El ascenso de Le Pen
Miquel Roca Junyent analiza el ascenso electoral del Frente Popular francés, liderado por Marine Le Pen: “Los errores se pagan. Pero el error grave no es el de Hollande en este momento. El error viene de lejos y no es otro que el de no volver a tratar el tema de la inmigración como un problema. Un problema en muchos campos, y en época de crisis aún más. Las dificultades acentúan la intolerancia. Ignorarlo, este es el error”.
François Hollande, el presidente de la República Francesa, se ha equivocado. Seguramente, su ministro Manuel Valls estaba protagonizando una aplicación fría y rígida de una legislación, en un país en el que el derecho de asilo constituye una base fundamental de los valores republicanos. Pero, al fin y al cabo, la ley es la ley, y parece pertinente que un ministro del Interior ha de ser ejemplar en su aplicación.
Pero el presidente de la República se ha equivocado, y gravemente. Ofrecer que una niña de 15 años pueda volver a Francia para recibir educación pero negar que lo pueda hacer acompañada de su familia resulta inaceptable desde cualquier punto de vista. Ya no se trata de examinar la condición gitana de la niña rumana o su lugar de nacimiento. La niña puede tener más o menos derechos, pero condicionar su ejercicio a que deje a su familia es una barbaridad. O, como mínimo, un acto de cinismo.
Con la inmigración Europa tiene un problema. Unos días es Italia, otros cualquier país nórdico, o, a menudo, la intolerancia se hace fuerte en Grecia. Y aún tímidamente, y afortunadamente, en España. Pero a veces se quiere ignorar que un país que vive con mucha tensión el problema de la inmigración es Francia. Sí, el país del derecho de asilo, el que acogió el éxodo republicano español, tiene actitudes difícilmente compatibles con la convivencia integradora.
El Frente Nacional de la familia Le Pen se alimenta en buena parte de esta actitud. Y, ahora, el error del presidente de la República no servirá para nada más que para incrementar la tensión. La calle ha superado el equilibrio falso que les propone Hollande y, ahora, la joven Leonarda
El error viene de lejos y no es otro que el de no volver a tratar la inmigración como un problema
se convertirá en el símbolo de una lucha que divide a los franceses más allá de su tradición de asilo.
Los errores se pagan. Pero el error grave no es el de Hollande en este momento. El error viene de lejos y no es otro que el de no volver a tratar el tema de la inmigración como un problema. Un problema en muchos campos, y en época de crisis aún más. Las dificultades acentúan la intolerancia.
Ignorarlo, este es el error.