Comisión bilateral
El PSC solicitará el próximo miércoles en el Parlament que se convoque la comisión bilateral Estado-Generalitat, que no se reúne desde el 2011.
El PSC quiere hurgar en el debate interno en CiU y solicitará el próximo miércoles en el Parlament que se convoque la comisión bilateral Estado-Generalitat, que no se reúne desde 2011, con el objetivo de comprobar si CiU y PP catalán tienen “intención real de sentarse a dialogar y acordar”. Una mesa negociadora, que recoge el Estatut, que el propio líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida, que preside la parte catalana de la misma, ha solicitado recientemente, sin que el Ejecutivo de Artur Mas haya reaccionado. La interpelación del PSC será contestada por la vicepresidenta del Govern y dirigente de Unió, Joana Ortega. “Ambos gobiernos tienen la responsabilidad de impulsar la negociación en el punto muerto en el que están las relaciones entre Catalunya y el resto de España”, declaró el portavoz del PSC, Jaume Collboni.
“Fruto de esta interpelación, comprobaremos si la voluntad se traduce en una votación en el Parlament y, por lo tanto, hay un mandato parlamentario para convocar la comisión bilateral. Veremos si hay voluntad real o si nos encontramos dos gobiernos que teatralizan de forma ampulosa que quieren un diálogo”, declaró Collboni en la rueda de prensa posterior a una comisión ejecutiva que volvió a ser protagonizada por el enfrentamiento de Navarro y los críticos.
En esta ocasión el motivo de la disputa fue la instauración de una gestora en la agrupación socialista de Cambrils, que estará presidida por Xavier Sabaté, después de que la federación de Tarragona aprobara sustituir a la dirección local debido a “irregulari-
La dirección nombra una gestora en la agrupación de Cambrils por irregularidades contables
dades estatutarias en el pago de cuotas”. Esa decisión sublevó al sector crítico, con intervenciones muy duras de Joan Ignasi Elena –líder de Avancem–, Jordi Martí y Marina Geli, que ven detrás de esa operación “un intento de arrinconar” las voces discrepantes. La creación de una comisión gestora desembocó tras el encendido debate en una votación de la ejecutiva, con 25 votos a favor de la gestora y nueve en contra.