La cúpula de CiU rebaja la tensión interna por el debate soberanista
Duran niega discrepancias y asegura que la federación “trabaja con normalidad”
¿Discrepancias?, ¿qué discrepancias? La dirección de CiU, reunida ayer por vez primera desde julio, niega la mayor y rechaza que existan diferencias entre los socios a cuenta del proceso soberanista en que está inmersa Catalunya. Y para visualizarlo mantuvo el esquema habitual de que fuera el secretario general de la federación, Josep Antoni Duran Lleida, acompañado del secretario general adjunto, Xavier Trias, el que informara del contenido de la reunión del comité ejecutivo.
“No estoy de acuerdo en que haya habido discrepancias públicas en nuestros discursos”, sostuvo el número dos de CiU, que la única discrepancia que admitió fue la relativa al informe de “deslealtades institucionales” del Estado con la Generalitat, incluida la desavenencia sobre la deuda en inversiones que corresponde reclamar, del que el Govern no le informó con carácter previo. Del resto de diferencias evidenciadas durante la última semana –una eventual ruptura de la federación en un marco de “planteamientos insostenibles”, la incomodidad de UDC ante unas elec- ciones plebiscitarias que equiparasen votar a CiU con independencia o unas relaciones con Artur Mas manifiestamente mejorables, apuntado todo ello por el líder democristiano–, nada de nada. “A día de hoy el trabajo de la federación es correcto, y mientras los dos nos sintamos integrados, y así lo sentimos hoy, no podemos hacer más que trabajar con normalidad, estamos muy bien de salud y las hipótesis de futuro no sirven”, intentó zanjar Josep Antoni Duran Lleida.
La reunión del comité ejecutivo de CiU evitó, de hecho, todas las cuestiones susceptibles de polémica entre los socios precisamente con el objetivo de rebajar la tensión interna y de transmitir a la opinión pública una imagen de cohesión y sintonía que en más de una ocasión en los últi- mos tiempos está quedando en entredicho. “Para tratar las discrepancias ya hay otros foros”, recalcaron a La Vanguardia fuentes de la cúpula de la federación en referencia al contacto directo entre los líderes de CDC y UDC. Un contacto que, según el propio Josep Antoni Duran Lleida, está empezando a ser más asiduo, de manera que “siempre que te reúnes con alguien mejora la rela- ción” y, en realidad, la relación con Artur Mas ya “ha mejorado”.
En este escenario, la dirección de CiU, a pesar de que todavía no había mantenido ninguna reunión en el nuevo curso político, no sólo no trató las fricciones de los últimos días, sino que tampoco habló, por ejemplo, de la propuesta de la tercera vía del líder de UDC, de la iniciativa de CDC sobre una llamada candidatura de país para las elecciones europeas o de la asociación entre CDC y Reagrupament para trabajar conjuntamente por la independencia. Y tampoco de la fe-
CiU se inclina por pedir al Congreso la cesión de referéndums por la vía del 150.2 de la Constitución
cha y la pregunta de la consulta, aunque Josep Antoni Duran Lleida se mostró confiado en que los socios de CiU puedan tener una posición común al respecto.
La federación considera que esta decisión tiene que adoptarse en la comisión del Parlament sobre el derecho a decidir. Y, en paralelo, esta misma semana empezará a hablar con ERC, ICV y PSC para acordar el marco legal de la consulta y fijar cómo, de acuerdo con la resolución del debate de política general, se traslada al Congreso. CiU es partidaria de hacerlo por la vía de la cesión de la competencia para convocar referéndums a través del artículo 150.2 de la Constitución.