El mago nos engaña
El presidente Rajoy ha aseverado en la cumbre de Panamá que los indicadores económicos en España son tan esperanzadores que demuestran que “la recuperación económica está ahí”. La percepción de los ciudadanos no coincide con el optimismo complaciente de Rajoy. Preguntemos a los trabajadores de Fagor, de Panrico, de Tracsa o a los miles de despedidos en la enseñanza pública, en sanidad o en los sectores de investigación científica puntera, por citar algunos.
Esta manía de nuestros políticos de atisbar, como visionarios de guardarropía, escenarios deseados por todos pero lejanos da al traste con la microhistoria real de millones de españoles sumidos en la desesperación del desempleo de larga duración, la incertidumbre y la desazonante pobreza. ¿Qué sectores de la economía se están reactivando para augurar una recuperación promisoria inmediata?
Es posible que el señor Rajoy haya encontrado como un alquimista iluminado la piedra filosofal, pero la prestidigitación macroeconómica de sus conspicuos asesores no coincide, por desgracia, con el pálpito de la calle, ni mucho menos con opiniones fundadas de analistas independientes de allende nuestras fronteras y de algunos especialistas españoles no vendidos todavía al Moloch del dinero. La demanda y el consumo privado siguen catatónicos. Por ahora, seguimos en la UCI. AGUSTÍN ARROYO Madrid