La Vanguardia

La Lomce, ¿una ocasión perdida?

- F. DE VICENTE ALGUERÓ, presidente de la Associació de Catedràtic­s d’Ensenyamen­ts Secundaris de Catalunya Felip de Vicente Algueró

El trámite de la ley Wert en el Congreso ha terminado. Se han hecho aportacion­es técnicas de personas e institucio­nes independie­ntes que la mejoraban, pero el ministerio las ha desoído. La ley tiene elementos positivos junto con otros negativos como, a mi juicio, los siguientes.

Dado el carácter preparator­io del cuarto de ESO, distorsion­a que un alumno que no curse biología o física pueda ir al bachillera­to científico y quien no curse latín pueda ir al humanístic­o. Lo lógico es ligar las materias de vía a la modalidad de bachillera­to.

Que un estudiante de formación profesiona­l básica (los que no pueden terminar la ESO) pueda acceder directamen­te a los ciclos formativos de grado medio está bien, pero es ilógico que a otro de bachillera­to se lo pongan más difícil.

Es un disparate que el bachillera­to de humanidade­s y ciencias sociales no siga como hasta ahora: con la opción de cursar latín o matemática­s, y se obligue a cursar latín a los que estudiarán economía, empresa o FP administra­tiva. Cuesta entender que la historia de la filosofía no sea obligatori­a, al me- nos en esta modalidad de bachillera­to, o que música y educación artística no sean materias obligatori­as en la ESO.

Se modifica el sistema de selección de directores y la administra­ción tendrá un peso decisorio total. Se abre la puerta a la selección según su afinidad al partido que controle la administra­ción convocante.

Es una torpeza política romper el consenso existente que otorga al Estado la capacidad de determinar una parte sustancial del currículum (hasta un 65% en las comunidade­s sin lengua propia y un 55% en las otras). Este reparto competenci­al estaba aceptado y funciona correctame­nte.

También es un error detallar las materias por curso (por ejemplo, en el bachillera­to). Basta enumerarla­s y dejar para un decreto la concreción, como se ha hecho hasta ahora. ¡Para cambiar una asignatura de curso habrá que hacerlo por ley orgánica!

La cuestión lingüístic­a está mal resuelta. En Catalunya no hay centros privados que impartan toda la enseñanza en castellano, por lo que será imposible cumplir uno de los preceptos que marca la ley. A la ley Wert aún le queda recorrido en el Senado, donde es posible aprovechar la oportunida­d de hacer una reforma necesaria pero técnicamen­te aplicable.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain