Ensenyament reitera que pagará el comedor de los niños con necesidades
El Departament d’Ensenyament reiteró ayer que todos los alumnos en situación de pobreza y con déficits alimentarios tendrán beca comedor. La conselleria que dirige Irene Rigau espera a recibir los datos de los consejos co- marcales con el número de solicitudes no cubiertas –aún hay consejos que no han enviado estos datos–. Una vez reciban la información, la analizarán para detectar los casos que necesitan asistencia. Si el informe de la escuela y de los servicios sociales determina que ese alumno requiere ayuda, el Departament le concederá la beca. Además, las ayudas podrán cubrir el 100% del precio del comedor –de un máximo de 6,2 euros por día–. Hasta ahora, las becas sólo cubrían la mitad del precio, o el 75% en casos excepcionales. El mes pasado Rigau anunció que el presupuesto para ayudas al comedor aumentaría en 1,8 millones (34 millones de euros en total). La partida está abierta y se ampliará en función de las necesidades de estos alumnos. Las escuelas han detectado que cada vez más familias son incapaces de alimentar a sus hijos de forma correcta porque no tienen dinero para ello. Y las solicitudes de becas han aumentado en los dos últimos años, explican desde los consejos comarcales, que gestionan las ayudas al comedor. La crisis ha tocado incluso la alimentación infantil, y el come- dor ha pasado de ser una medida de conciliación laboral para los padres que trabajan para convertirse en una necesidad social. Según los profesores, la del colegio es la única comida equilibrada para un buen número de alumnos. El informe del Síndic de Greuges cifraba en 50.000 los niños que sufren malnutrición por razones económicas. Con el presupuesto que Ensenyament destinó al comedor escolar el curso pasado se cubren 64.000 becas, por lo tanto, todos los niños con necesidades podrían tener acceso a becas
comedor, señaló Ensenyament en septiembre. Las escuelas también contarán este curso con un protocolo para detectar situaciones de alimentación insuficiente entre los estudiantes. Es similar al que puso en marcha el Ayuntamiento de Barcelona el curso pasado. Cuando un maestro detecte un posible caso de malnutrición, se pondrá en contacto con los servicios pertinentes, que actuarán y estudiarán el caso. También se unificarán los criterios de los consejos comarcales en el reparto de becas.