Doble castigo para los payeses
La Unión Europea deniega parte de las ayudas a los agricultores alegando que si los arrozales se secan se incumplirán las medidas ambientales
Los payeses que han visto este año como parte de sus arrozales eran devorados por el caracol manzana serán precisamente los que el próximo curso verán reducidas en un 15% –según la estimación de la Generalitat– las ayudas que han recibido hasta ahora de la Unión Europea. “Es paradójico, estamos indignados”, destaca Dani Forcadell, responsable del sector del arroz de Unió de Pagesos. Los campos más afectados por la plaga, los del margen izquierdo del delta del Ebro, son los que de forma obligada se deberán de
INDIGNACIÓN Los agricultores pierden 370.000 euros de las ayudas agroambientales
DAÑOS CU ANTIOSOS Los campos afectados han perdido hasta el 60% de la cosecha de arroz
mantener secos durante todo el invierno, por lo que no podrán cumplir uno de los principales requisitos impuestos por la UE para pagar a los productores las ayudas agroambientales.
Bruselas, que ha dado finalmente luz verde para que la Generalitat pueda aplicar el plan de choque contra el caracol, no ha sido sensible a la situación excepcional de los payeses.
El sector critica que la UE no haya entendido que precisamente el arroz cumple un papel fundamental en la conservación de la biodiversidad del delta del Ebro y que sin estos cultivos el humedal no se habría convertido en refugio de centenares de especies, mu- chas de ellas protegidas. La decisión de Bruselas, que supondrá unas pérdidas en el sector arrocero de unos 370.000 euros, ha indignado a los arroceros. La Generalitat destaca, no obstante, que es mucho mejor perder ahora parte de las ayudas que sufrir la próxima primavera pérdidas generalizadas en los arrozales.
El caracol devora la planta del arroz cuando está en la primera fase de su crecimiento, haciendo inviable el cultivo. Este año se han registrado daños en unas 250 hectáreas de arrozales, a pesar de que la plaga se ha extendido por una extensión mucho mayor, de unas 2.500 hectáreas, según el balance de Unió de Pagesos. La Generalitat rebajo algo esta cifra.
De lo que no hay duda es que los arrozales que han padecido una invasión cuantiosa de ejemplares de caracol manzana han perdido entre un 50% y un 60% de la cosecha. Las cifras dan una idea de la dimensión del problema. En algunos países de Asia y América en los que se expandió sin control el caracol manzana, el cultivo de arroz acabó por ser inviable y se perdieron cosechas enteras de este cereal.
La Generalitat no pierde la esperanza de acabar de convencer a la Unión Europea el próximo año de que la solución a la plaga llegará de la mano de los productores
La especie invasora llegó al delta del Ebro con una empresa dedicada a la exportación de especies para la acuicultura, según el proceso judicial aún abierto. La Generalitat se ha personado en la causa.
La plaga ha obligado a desembolsar una gran cantidad de dinero público. Solamente este año la factura asciende a los 500.000 euros, a los que se deberán sumar los 600.000 del plan de choque. En los últimos tres años se han gastado más de 3,5 millones de euros.