Nueva terapia para prevenir el ictus y la embolia sistémica
Casi un millón de españoles que padecen fibrilación auricular cuentan con una nueva opción de tratamiento para prevenir el ictus, la principal consecuencia de esta enfermedad. Bristol-Myers Squibb y Pfizer han anunciado que ya está incluido en la prestación farmacéutica del SNS el nuevo anticoagulante oral apixaban (Eliquis®) para prevenir el ictus y la embolia sistémica en pacientes con fibrilación auricular no valvular.
Ésta es la arritmia más común (una de cada cuatro personas mayores de 40 años es susceptible de sufrirla en algún momento de su vida) y multiplica por cinco el riesgo de padecer un ictus. Apixaban es un inhibidor directo del factor Xa de la cascada de coagulación, y ha demostrado ser más eficaz que la warfarina en la prevención de ictus y embolias sistémicas, reduciendo a su vez el riesgo de hemorragia intracraneal y de san-
UNA DE CADA CUATRO PERSONAS MAYORES DE 40 AÑOS ES SUSCEPTIBLE DE SUFRIRLA EN ALGÚN MOMENTO DE SU VIDA
grado mayor. Además ha conseguido reducir la mortalidad por cualquier causa frente a la warfarina en un 11%. Su perfil de seguridad, similar al de la aspirina, y su baja eliminación por la vía renal, lo convierten en un tratamiento más adecuado para pacientes con la función renal alterada.
La fibrilación auricular (FA), la arritmia cardíaca más prevalente, constituye en la actualidad “un auténtico problema sociosanitario por su dimensión y consecuencias”, asegura el doctor José Ramón GonzálezJuanatey, Jefe de Servicio de Cardiología y UCC del CHUS (Santiago de Compostela), y añade que “la FA se relaciona con el envejecimiento y cardiopatías, en particular cardiopatía hipertensiva. Los datos epidemiológicos de España indican que un 5% de la población mayor de 75 años sufre dicho trastorno del ritmo cardiaco en cualquiera de sus formas, estimándose en cerca de un millón los pacientes totales en España”.
Según explica este especialista, “las consecuencias de la pérdida de la contracción auricular que determina la arritmia son diversas, aunque la de mayor trascendencia para los pacientes, y por tanto para el sistema sanitario y conjunto de la sociedad, es el incremento del riesgo de ictus derivado de una embolia provocada por un coágulo que desde el corazón alcanza la circulación cerebral”.