CC.OO. rechaza la oferta de Alstom y añade tensión
La plantilla vota en secreto la oferta de la empresa
D.ÁLVAREZ / E.MAGALLÓN Este mediodía se conocerá el futuro de la planta de Alstom en Santa Perpètua de Mogoda, cuando finalice el referéndum sobre la última oferta de la empresa. La votación comenzó ayer tarde en medio de una tensión creciente, debido a la división sindical, que quedó patente en las asambleas de afiliados. En la de Comisiones Obreras, el sindicato mayoritario en el comité, se decidió votar que no. Todo lo contrario de UGT, cuyos afiliados se pronunciaron por una abrumadora mayoría en favor del sí.
Comisiones Obreras hizo valer su mayoría en el comité –14 delegados frente a los nueve de UGT– y al final el propio comité acabó recomendando que se vote no. No obstante se rompió el compromiso tácito de que no se haría campaña por el no o por el sí y se dejaría que los afiliados votaran lo que les pareciera más conveniente. Así lo habían hablado las cúpulas de UGT y CC.OO, que encabezan Josep Maria Álvarez y Joan Carles Gallego. Era una manera de salvar la maltrecha unidad de acción sindical, que ya ha saltado por los aires en Panrico y a punto estuvo de hacerlo anteriormente en Nissan.
Fuentes de la dirección de la empresa apelaron a la responsabilidad de la plantilla, pues, según dijeron, está en juego convertir Santa Perpètua en una planta de referencia dentro del grupo o, por el contrario, dejar que vaya languideciendo con sucesivos recortes de plantilla.
En Alstom, el argumento de Comisiones Obreras es que no hay un compromiso firme del grupo sobre el empleo futuro. También insiste en que ha sido la empresa, y no el comité, la que ha reconsiderado el preacuerdo firmado el pasado septiembre. Por este motivo, este sindicato es partidario ahora de elaborar una propuesta alternativa a la que se ha sometido a votación.
Al final serán los 650 trabajadores de la planta los que deci- dan. Alstom asegura que si se aceptan sus condiciones de flexibilidad la plantilla podría duplicarse, con la contratación de entre 800 y 1.000 personas a medio plazo, porque la planta se convertiría en centro de referencia para la fabricación de metros y tranvías. En caso con- trario, siempre según las mismas fuentes, la planta se encamina hacia un importante recorte de plantilla, pues no hay pedidos en el mercado local y no está en condiciones de asumir los pedidos internacionales que va consiguiendo el grupo francés. Eso ya quedó demostrado el verano pasado cuando Santa Perpètua fue descartada para la fabricación del metro de Riad, que finalmente se adjudicó a una planta de Polonia por motivos de costes.
Lo paradójico del actual conflicto es que no está en cues-
La empresa insiste en que está en juego el futuro de la planta y la contratación de unas 1.000 personas
tión el asunto más polémico, la doble escala salarial, que el comité acepta. Como acepta la empresa que los salarios suban un 0,5% anual. El obstáculo ha surgido en la aplicación de un aumento de jornada de 60 horas anuales y de una bolsa de 490 horas, de las que la empresa podría disponer para enviar personal a casa si no hay trabajo o para trabajar en sábados o festivos si hay puntas de producción. El compromiso de someter la propuesta a referéndum se alcanzó en la madrugada del sábado tras una larga negociación con la mediación del secretario de Empleo y Relaciones Laborales de la Generalitat, Ramon Bonastre.