Nuevas adhesiones al ejército
El movimiento juvenil Tamarrod –que recogió firmas y convocó la masiva manifestación del 30 de junio contra el presidente islamista Mohamed Morsi, que el ejército interpretó como un mandato para derrocarlo– ha sido uno de los primeros en aplaudir la decisión de declarar organización terrorista a los Hermanos Musulmanes. Los medios de comunicación, públicos y privados, también han cerrado filas tras el ejército, como es la norma desde el golpe militar del 3 de julio en un ambiente de gran polarización. En cambio, el grupo radical islamista Gamaa al Islamiya, responsable de numerosos atentados en la década de 1990 hasta su renuncia a la violencia en el 2003, consideró “injusta” la decisión del Gobierno y afirmó que “elimina cualquier posibilidad de resolver la crisis política”. “Sus consecuencias pueden ser catastróficas para el futuro del país”, advirtió. En el bando laico, los únicos que se han atrevido a levantar la voz en contra de la medida ha sido el grupo revolucionario juvenil 6 de Abril, que estuvo al frente de la revuelta contra Hosni Mubarak en el 2011. También ellos sufren el endurecimiento de la represión: tres líderes han sido recientemente condenados a cárcel por infringir la nueva ley que prohíbe las manifestaciones sin autorización. Dos de ellos, Ahmed Maher y Mohamed Adel, han iniciado una huelga de hambre en protesta por los “malos tratos” que reciben en la cárcel.