Pugna madrileña de cartel electoral
La delegada del Gobierno central en Madrid, Cristina Cifuentes, recién reincorporada después del grave accidente de moto que sufrió el pasado verano, no parece dispuesta a ceder un sólo centímetro de protagonismo en la escena política madrileña. A menos de un año y medio para que se celebren las próximas elecciones municipales y autonómicas, ninguno de los aspirantes a ser candidato o mantener poder en Madrid quiere perder comba mediática. No está dispuesta Esperanza Aguirre, la expresidenta que dejó la Comunidad de Madrid en busca de tranquilidad pero que sigue siendo una referencia constante desde la presidencia del PP madrileño, aunque niega tener interés en la candidatura a la alcaldía. Quien sí se postula como candidato a seguir presidiendo la Comunidad de Madrid es Ignacio González, heredero de Aguirre y de sus constantes enfrentamientos directos con el Gobierno Central. Tampoco son pocos los movimientos internos en busca de su caída que ha tenido que esquivar Ana Botella en los últimos meses tras la desgracia del Palma Arena y la huelga de la limpieza en Madrid. Botella no renuncia a nada. Quien niega ambición política es Cifuentes que, ahora marca perfil con la ley del aborto, niega en público cualquier interés por ser candidata ya sea a la alcaldía o a la Comunidad de Madrid, pero a nadie se le escapa su inusual presencia pública en comparación con anteriores delegados madrileños y su imagen alejada de los sectores más tradicionales del PP.