La enciclopedia Massot
Josep Massot i Muntaner cierra su monumental serie de doce volúmenes ‘Escriptors i erudits contemporanis’
Josep Massot i Muntaner ha estado en la médula de la historia catalana de la segunda mitad del siglo XX y, por eso, le preguntan a menudo que cuándo escribirá sus memorias, a lo que él suele responder con una negativa invariable. A falta de un relato biográfico, se pueden rastrear fragmentos de sus memorias ocultos en los doce volúmenes de la serie Escriptors i
erudits contemporanis, que ahora clausura después de 17 años.
¿Es definitivo el adiós a su serie? “Nunca nadie puede dar nada por definitivo, pero ya llevaba mucho tiempo escribiendo la serie y el doce es un número simbólico”, dice el erudito. “Trato de múltiples personajes, del país y del extranjero, algunos muy conocidos y otros, olvidados o desconocidos del todo. Uno de los que he estudiado más, aún hoy poco conocido, es el mecenas Rafael Patxot, que vivió exiliado en Suiza. El año que viene, con motivo de los cincuenta años de su muerte, será un buen momento para recordarlo”.
El trabajo del investigador es permanente, y el padre Massot ha aprovechado la publicación en libro de textos escritos para diversos fines para introducir los nuevos datos fruto de sus pesquisas. “Artículos de cuatro páginas se convertían, así, en capítulos de 15 o 30 en el libro”. Massot i Muntaner reconoce que en el fondo, laten unas posibles memorias intelectuales. “Yo no escribiré mis memorias, pero es cierto que en la serie hay un fondo autobiográfico. Explico cosas que si no las cuento yo, se pierde su testimonio”.
Desaparecidos los Batllori, Riquer o Vernet, queda el padre Massot como uno de los sabios catalanes. ¿Hay relevo? “Ahora es más difícil porque la universidad fomenta la especialización”. Él acaba de publicar una biografía del escritor azañista Antonio Espina, amigo de Francisco Ayala y José Bergamín. “Antonio Espina –dice– era el gobernador de Baleares cuando estalló la Guerra Civil. Su biografía estaba llena de inexactitudes. Por ejemplo, no es verdad que fuera condenado a muerte por un consejo de guerra. He podido acceder al sumario y está claro que al final lo absolvieron. Estuvo preso cuatro años, intentó suicidarse cortándose las venas. Después de un exilio voluntario, quiso vivir de la literatura y se convirtió en un mercenario de la cultura. Escribió El libro del aire y un volumen comentando mil libros. Es célebre su biografía de Luis Candelas, el bandolero. Su experien- cia carcelaria le sirvió para entender el cautiverio de Cervantes en Argel ...”
Además de su trabajo como investigador, Massot i Muntaner dirige la editorial viva más antigua de Europa, Publicacions de l’Abadia de Montserrat, que suple la carencia en Catalunya de una editorial universitaria como Oxford University Press, ¿Cómo encara la crisis que está sacudiendo al mundo del libro? “Hacemos lo que podemos”, dice. “Toda mi vida he escrito mis libros durante el mes que tengo de vacaciones, que es cuando dispongo de un poco de tiempo para escribir. La crisis es terrible. Para reducir costes he asumido más trabajos en la editorial.” Entre las novedades de la editorial, destacan la biografía Dom Bonaventura Ubach. El Diari de viatge a Itàlia del pintor Jo-
El autor cree que el 2014 es el momento de que Catalunya salde su deuda con el mecenas Rafael Patxot
sep Aragay (1916-1917), de quien ya publicó una monografía de Xavier Castanyer o la correspondencia Gaziel i Josep M. Cruzet. Para estas Navidades reedita una joya inencontrable: Viatge pintoresc i històric (El Principat, País Valencià i les Illes Balears), de Alexandre de Laborde, con sus exquisitos grabados, que permiten ver cómo era el país antes de la Guerra de la Independencia.
El padre Massot prepara también un libro sobre Els segadors, sobre el que tiene nuevos datos. “No es cierto, como sostiene Jaume Ayats, que proceda de una canción erótica medieval. Fue una adaptación que hizo Francesc Alió en el siglo XIX de canciones que hablaban de otros segadores”.