El president admite que Catalunya podría salir de la UE
El líder de CiU revela que dejará “pronto” la política y estará, “como máximo, otro mandato”
En una entrevista al diario italiano La Repubblica, Artur Mas reconoce por primera vez de forma explícita que una Catalunya independiente podría “quedar fuera” de la UE, aunque aboga por una solución transitoria.
El futuro de una Catalunya independiente, y en concreto su permanencia en la Unión Europea, es uno de los principales interrogantes que plantea el proceso soberanista y ha sido uno de los asuntos sobre los que el presidente de la Generalitat había evitado siempre referirse directamente, aludiendo a que no hay precedentes. Sin embargo, Artur Mas ha cambiado de estrategia y por primera vez admite que Catalunya podría “quedar fuera” de la Unión Europea “en un momento inicial, entre la celebración de la consulta y la proclamación de independencia”, aunque puntualiza que “no fuera del euro”. El president hace estas declaraciones en una entrevista –de tres páginas– publicada ayer en el diario italiano La Repubblica, en la que también apunta posibles soluciones. “Sería necesario encontrar un régimen transitorio para evitar la expulsión de la Unión”, asegura. Mas, al que la periodista presenta como “un revolucionario con traje gris”, añade también que dejar el club de los Veintisiete “sería una lástima, porque nosotros queremos seguir en la UE”, pero asegura que, en todo caso, Catalunya solicitará el reingreso, ya que quiere estar en el euro, en la UE, en el espacio Schengen y en la OTAN.
En la entrevista, el president no ofrece más detalles sobre cómo evitar la expulsión de la UE, pero sí lo hizo ayer, en la atención a los medios de comunicación durante su visita al Festival de la Infància, en Barcelona. Mas señaló que la UE debería habilitar un “mecanismo transitorio para acoger sin traumas” a los posibles nuevos estados que puedan surgir de las urnas, siempre que así lo decidan sus ciudadanos en consultas democráticas. Tam- bién destacó que la Generalitat quiere hacer la consulta del 9 de noviembre de manera legal y, si es posible, acordada con el Gobierno español, pero pidió a este que tienda la mano, ya que “para darse la mano hacen falta dos”.
El president también se refirió a la entrevista concedida a La Repubblica, el segundo diario de Italia, como parte de un plan para intensificar en el 2014 su presencia en medios de comunicación internacionales. En la entrevista, que se hizo la víspera de Navidad en el Palau de la Generalitat, Mas puntualiza que son los catalanes y no él los que quieren la independencia y descarta que se haya puesto al frente del proceso por intereses electorales. “Personal- mente, sólo tengo desventajas, sólo grandes problemas. No pienso en mí, incluso creo que dejaré pronto la política –admite–. Como máximo estaré otro mandato, si se dan las condiciones para sacar adelante el proceso”.
Sobre las posibilidades de avanzar en el proceso, se muestra convencido de que la consulta se celebrará y que ganará el sí, pero apunta como solución alternativa el adelanto electoral. “El referéndum se hará y los catalanes ganaremos. Como alternativa, iremos a elecciones anticipadas. Creo que después, por poco tiempo, tendré que seguir (al frente). No será fácil, pero para nosotros nada ha sido fácil. Nunca”.
En esta línea, el president reco-
Mas apunta que la UE debería buscar una solución transitoria para nuevos estados El president asegura que quiere pactar la consulta y pide que Rajoy tienda la mano
noce que a Europa no le entusiasma la idea del referéndum soberanista y que las presiones que reciben son fuertes: “Los estados soberanos no quieren problemas si los pueden evitar”, señala. En el otro lado de la balanza, Mas destaca que la voluntad de los catalanes es poder votar y ser respetados por el Gobierno central, al que “históricamente se le ha pagado impuestos en una medida enormemente superior a los que ha devuelto” para cubrir las necesidades de los catalanes. Preguntado por si una eventual independencia de Catalunya afectaría al sistema bancario, Mas lo niega. “A los bancos no les interesa la política, buscan solvencia”, asegura el president, que recuerda que “los catalanes tienen 28.000 euros de renta per cápita, como los alemanes” y que “los bancos españoles tienen el 20% de su mercado” en Catalunya. “En el mundo de los negocios existen intereses, no ideales”, concluye.